Tres meses le duró la alegría bursátil a Puig. Desde que dio el toque de campana el 3 de mayo hasta comienzos de agosto, la compañía catalana estuvo cotizando por encima de los 24,50 euros por acción a los que había saltado a bolsa. Desde principios de agosto, solo lo ha vuelto a hacer de manera puntual. A principios de septiembre fue la última vez que Puig cotizó a este precio. Ahora desde Kepler Cheuvreux, que inician su cobertura en Puig, acercan su precio objetivo al precio de salida.