Redactor de Internacional. Aprendí a cubrir economía en Argentina, aunque mi pasión siempre ha estado en Reino Unido y EEUU, en las que me centro actualmente, porque si algo no son precisamente estos dos países es aburridos. Estudio sobre el bitcoin y el universo de ideas y fraudes que ha crecido alrededor en mis ratos libres.

Jersón vuelve a ser ucraniana y, desde Estados Unidos, el rumor de que ya toca pasar del campo de batalla a las mesas de negociación está ganando en intensidad. De forma pública y privada, diferentes personalidades en Washington se han mostrado favorables a que el presidente Volodímir Zelenski comience a negociar una paz que permita al mundo tomar aire tras meses de sanciones, guerra económica y problemas de suministro energético.

Casi dos días desde que cerraran los colegios electorales, el control de las dos cámaras del Congreso de EEUU sigue en el aire. Como se preveía, si el resultado era muy ajustado, el recuento tardaría días o semanas. Y todas las miradas están puestas ahora en la costa oeste del país, donde se pueden resolver todas las incógnitas que quedan.

Las elecciones legislativas de EEUU dejaron una noche muy decepcionante para el Partido Republicano, que esperaba arrasar en un voto de protesta contra el presidente, Joe Biden. En su lugar, dos días después, siguen sin haber confirmado siquiera la victoria en la Cámara de Representantes, que se daba por hecha y que sigue en el aire. El fracaso ante sus altas expectativas parece haber provocado un fuerte cambio de poder interno: los candidatos elegidos personalmente por Donald Trump han perdido en casi todo el país, pero una figura del partido que lleva meses separándose del expresidente ha arrasado. Ron DeSantis, gobernador de Florida, se ha elevado entre la decepción republicana como la gran promesa futura del partido.

Este martes es el último día para votar en las elecciones legislativas de EEUU. Hasta el lunes, al menos 43 millones de personas habían ejercido su derecho al voto, más de un tercio de la participación total que hubo hace cuatro años. Los mercados (y Ucrania) miran con atención al resultado, para saber si Joe Biden podrá seguir adelante con su agenda, o si los republicanos podrán bloquearla. Pero la respuesta a la pregunta clave de quién controlará las cámaras del Congreso puede tardar en resolverse lo mismo o más que en 2020: si el resultado está muy ajustado, es posible que haya que esperar días o semanas para conocerlo.

La rueda de prensa del presidente de la Fed ha atraído más el foco del mercado que la propia decisión de subir los tipos 75 puntos, que Wall Street ya descontaba. Jerome Powell ha adelantado lo que el comunicado hacía intuir, la puerta a bajar los tipos está abierta, aunque insistió que esa no es la clave, sino cuánto será el pico. En ese sentido, advirtió de que hará falta subir los tipos más de lo previsto, un tono hawkish que ha provocado que los mercados pierdan todo lo ganado tras el comunicado.

La Reserva Federal ha subido de nuevo los tipos de interés en 75 puntos básicos, llevándolos a un rango de referencia de entre el 3,75% al 4%. Con esta nueva subida la Fed ha vuelto a hacer historia. Se trata de la cuarta subida consecutiva de 75 puntos básicos, que deja los tipos en su nivel más alto desde enero de 2008, cuando lo peor de la crisis financiera se manifestaba y obligaba a los bancos centrales del mundo a actuar con contundencia.

En medio de un descalabro generalizado en las tecnológicas, Apple rompe las previsiones más negativas y se mantiene plana en el 'afterhours' tras presentar unos resultados muy positivos en líneas generales, pero que han decepcionado ligeramente en dos aspectos: el iPhone y los servicios.

Amazon vive unas horas de pesadilla en el mercado 'afterhours' tras presentar sus resultados. La empresa fundada por Jeff Bezos se desmorona hasta un 19%, aunque después se ha moderado hasta el 7,5%al cierre de la sesión del viernes. Mientras se ha producido una gran ralentización en sus ingresos, sus previsiones de cara los próximos trimestres se han revisado a la baja.

Meta, la antigua Facebook, ha anunciado unos resultados del tercer trimestre que han decepcionado ampliamente a los inversores, que la castigan con desplomes de hasta el 24% en la apertura de sesión. Los beneficios por acción han sido de 1,64 dólares frente a los 1,89 esperados. Sin embargo, los ingresos han sido de 27.710 millones frente a los 27.380 millones esperados, lo que apunta a un descuadre provocado por un fuerte aumento de los costes.

El mercado reacciona con pesimismo total tras los resultados de la matriz de Google, Alphabet. El buscador más grande del mundo se desplomaba en el mercado afterhours más de un 5% tras conocerse las cifras de su tercer trimestre. En lo que va de año la empresa ya se ha dejado un 27,94% en el parqué en línea con el Nasdaq 100.