Petróleo
Desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania, los países occidentales levantaron una red de sanciones con el objetivo de debilitar el esfuerzo bélico del Kremlin. El petróleo fue uno de los objetivos de dichas medidas: la Comisión Europea y EEUU prohibieron en 2022 la importación de petróleo crudo por vía marítima, y el G7 estableció un tope al precio del oro negro ruso a 60 dólares barril. Sin embargo, Rusia ha diversificado sus clientes y, a través de una flota fantasma, ha logrado burlar las sanciones occidentales hasta conseguir que el Banco Mundial considere que las cuentas rusas han entrado en el grupo de "economías de altos ingresos". Por todo ello, la caída de las exportaciones rusas de petróleo registrada la semana pasada, sin razón aparente, constituye un gran misterio.