
El Banco Central Europeo (BCE) no quiere dejar cabos sueltos y, como supervisor del sector bancario de la eurozona, se está preparando para endurecer algunas exigencias a la banca y asegurarse así de que no se repiten episodios de crisis como el que se produjo en marzo del año 2023. La subida de tipos castigó ese año a los bancos por el deterioro de la valoración de sus carteras de renta fija, pero ahora el regulador está centrándose en otro efecto negativo que puede tener el aumento del precio del dinero: los posibles impagos por parte de los clientes de la banca de más riesgo. Steven Maijoor, miembro del Comité de Supervisión del BCE, ha reconocido que el banco central está terminando su revisión de los mecanismos de supervisión, y anticipa el anuncio de posibles medidas próximamente. Fuentes de Bloomberg avisan de que el resultado de esta revisión será de más exigencias de provisiones y de capital para enfrentarse a posibles pérdidas. Al mismo tiempo, el sector se queja por la forma en la que el BCE ha llevado a cabo esta última revisión.
El rápido aumento de tipos de interés que llevó a cabo el Banco Central Europeo en 2023 tiene consecuencias para la banca y está forzando al propio BCE a endurecer sus exigencias de protección para el sector. El regulador bancario acaba de reconocer, en palabras de Maijoor, que está terminando "una revisión integral" de su supervisión, centrado en "las prácticas de riesgo" que lleva a cabo el sector. Si en 2023 fue el deterioro de la valoración de las carteras de renta fija la que se cebó con varios bancos medianos de Estados Unidos, que se contagió en Europa con la crisis de Credit Suisse, el peligro actual viene por otra vía: los problemas que puedan tener las empresas más vulnerables por la subida de tipos.
El aumento del coste de la deuda que ha generado el BCE con la subida de tipos es una amenaza para las carteras de los bancos más expuestas a clientes con alta probabilidad de impago. "Estamos mirando las prácticas de más riesgo, y el BCE está en proceso de compartir y discutir los resultados de la revisión con los bancos más relevantes", confirma Maijoor. Según fuentes de Bloomberg que tienen acceso a la revisión del BCE, el banco central parece que terminará aumentando las exigencias de provisiones al sector, para hacer frente a posibles pérdidas, o que exigirá mayores reservas de capital con el mismo objetivo. Esto, sin embargo, puede afectar negativamente a la rentabilidad de las carteras de más riesgo de los bancos.
El negocio de 'financiación apalancada' de la banca europea es el que ahora está en el punto de mira: "Los supervisores atendemos a áreas, como la de financiación apalancada, donde están aumentando más los peligros", explica Maijoor. "Sencillamente, se puede apreciar que es un área que está creciendo, y que cada vez es más importante", reconoce el miembro del BCE. Es habitual que esta pata de negocio de los bancos se centre en prestamos a sociedades de capital privado, pero en este caso, el BCE estaría mirando también los prestamos a sociedades públicas, según ha declarado Maijoor.
El banquero central también confirma la preocupación del organismo por la crisis del sector inmobiliario comercial. "No está mejorando", valora Maijoor, y considera que los bancos deberían actualizar el valor de sus colaterales "con más frecuencia". Eso sí, también añade una nota de optimismo a la situación del sector por el incremento de los beneficios del que han disfrutado en los últimos años, un factor que ha contribuido a mejorar los niveles de capital de la banca, algo que les ayudaría en caso de que el banco central decida incrementar las exigencias mínimas en su nueva revisión.
La banca rechaza el acercamiento del BCE
La iniciativa de supervisión del BCE no se está viendo con buenos ojos por parte del sector. Aunque es habitual que la banca choque en ocasiones con el regulador bancario, la forma en la que el organismo supervisa el negocio de préstamos apalancados de la banca levanta ampollas con especial ímpetu. Desde antes de que Maijoor reconociese los planes del BCE, la industria estaba confrontando con el organismo en este frente.
Gonzalo Gasos, miembro de la Federación Bancaria Europea, explicaba a Bloomberg a finales del mes de junio cómo las quejas de la industria que se produjeron en 2022 estaban "volviendo a emerger". El enfado del sector tiene que ver con "las comparativas de la regulación de la banca europea frente al resto del mundo". Según la agencia, las quejas del sector en esta ocasión están directamente relacionadas con esta revisión que acaba de confirmar Maijoor, ya que consideran que se trata de un acercamiento burocrático y muy poco pragmático, especialmente cuando se compara con la supervisión que se lleva a cabo en otros países, como Estados Unidos.
Los bancos alegan que la revisión se ha llevado a cabo por consultores externos o miembros del BCE que no conocen en profundidad al sector.
Según las fuentes de la agencia, una vez se ha tenido conocimiento de cómo estaba el banco central llevando a cabo la revisión, algunas entidades habrían aprovechado para quejarse formalmente al BCE a través de cartas, y se estarían centrando, más que en los resultados de las investigaciones que ha llevado a cabo el BCE, en la forma en la que lo han hecho. Los bancos estarían alegando que la revisión se ha llevado a cabo por parte de consultores externos, o miembros del BCE que no están estrechamente relacionados con la industria, o que no la conocen en profundidad.
El banco central, por su parte, se ha defendido en declaraciones a la agencia señalando que "la supervisión europea ayuda a que los bancos sigan siendo seguros, y ha demostrado ser decisiva y ágil a la hora de responder a shocks externos: la pandemia, la guerra en Ucrania, el cambio en el contexto mundial de tipos de interés y los problemas bancarios de 2023", explica.