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Thu, 26 Sep 2024 06:35:02 +0200
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Las recientes caídas del precio del petróleo en los mercados han sido atribuidas a una serie de factores de oferta y demanda que revelan un mercado bien abastecido, con una oferta sólida que crece en los países ajenos a la OPEP, junto a un crecimiento de la demanda que se debilita en medio mundo, incluido China. El 'gigante asiático' se ha convertido en las últimas décadas en el gran motor de la demanda de petróleo global. Ojo al dato: en 1990, China consumía poco más de dos millones de barriles de crudo por día, mientras que en 2023 la media fue de más de 16,5 millones de barriles diarios (el milagro económico de China). Además, aunque China produce petróleo de forma notable, el crudo chino no copa ni el 30% de toda la demanda del país. China depende del petróleo y viceversa. Por ello, cualquier dato o patrón que pueda afectar a la economía china suele tener su repercusión inmediata en los precios de los futuros de petróleo. Imaginen un escenario en el que China llega a su peak oil demand (ya no va a crecer el consumo de petróleo en el país). Esto sería una catástrofe adelantada para el petróleo y la OPEP, que verían como su gran cliente empieza a comprar cada vez menos crudo. Este escenario podría estar más cerca de lo que parece ante la rápida electrificación de la economía china. Además, según la Agencia Internacional de la Energía ni la India ni África podrán ocupar el papel del 'gigante' asiático.