Correlación no implica causalidad. Vicente Nieves lleva buscando explicaciones a los movimientos de los mercados y de la economía desde la crisis financiera de 2007. Aún no tiene la respuesta.

Uno de los principios básicos de la economía es que los agentes responden a los incentivos. Si extraer petróleo de una zona tiene recompensa clara en forma de beneficios, ese petróleo será extraído y vendido. Sin los incentivos se pierden en una maraña de burocracia pública y redes clientelares, puede terminar sucediendo que hasta el país más rico del mundo en petróleo acabe ocupando un puesto mediocre entre los productores de crudo.

Pese a la ralentización que sufre hoy la economía china, el 'gigante asiático' ha disfrutado de un fortísimo crecimiento económico durante los últimos 40 años. Casi medio siglo en el que el PIB ha presentado tasas de variación positivas de forma ininterrumpida. Obviamente, no se puede atribuir este 'milagro' a un solo factor. No obstante, hay algo que parece evidente: China ha sido siempre capaz de encontrar la forma de producir lo que Occidente deseaba en cada momento a un precio casi inigualable: desde los juguetes a la ropa, pasando por la tecnología, el material sanitario durante covid... y ahora el coche eléctrico y casi todo lo que rodea a la transición energética.

Hasta que los servicios no se impongan a las mercancías (que probablemente lo harán en algún momento del futuro), el mar seguirá siendo la gran autovía del comercio internacional. Más del 80% de los bienes comercializados se transportan por agua. El transporte marítimo es el corazón del comercio mundial. Este corazón se nutre de varias arterias que se pueden considerar como los puntos clave (choke points) por los que fluye buena parte de las mercancías o, al menos, una gran parte de las mercancías estratégicas (como puede ser la energía). En la actualidad, tres de estas arterias críticas parecen estar en peligro por diferentes motivos, lo que fuerza a los expertos a poner los ojos en lo que está ocurriendo en ellas. Estos tres puntos son el Estrecho de Ormuz, el Canal de Panamá y el Canal de Suez.

La industria del petróleo, pese a estar condenada por ciertos sectores de la sociedad, sigue avanzando en un intento por recuperar petróleo de donde antes era imposible. Un buen ejemplo de estos avances se puede ver en Guyana, un pequeño país de 800.000 habitantes, que hace frontera con Venezuela, y cuya aventura con el petróleo en aguas profundas comenzó hace escasos años. En Guyana, la petrolera Exxon está usando unos mastodontes flotantes que son una suerte de buque, depósito y plataforma petrolera (todo a la vez) que están siendo de gran provecho para extraer hasta la última gota de crudo bajo el mar.

La OPEP+ se reúne el 30 de noviembre

Las dudas en el seno de la OPEP+ y la desaceleración de la economía en algunas regiones que son importadoras netas de petróleo (como Europa) están generando gran volatilidad en el mercado de petróleo. Frente a la relativa estabilidad de la demanda, los problemas para el crudo están llegando, esta vez, por el lado de la oferta. Arabia Saudí, el mayor productor de la OPEP, parece haber dicho basta. Los inmensos recortes de producción de Riad no están siendo secundados por dos de los países africanos del cártel, Nigeria y Angola, lo que pone en riesgo la estrategia de la OPEP+ (OPEP más Rusia) y amenaza con generar una guerra interna como la de 2020.

La economía de Rusia sigue demostrando una resiliencia inusitada. Frente a las previsiones que auguraron una caída del PIB histórica en 2022 y un camino tortuoso durante años, los organismos internacionales y los bancos comienzan a admitir la realidad. Las últimas previsiones publicadas por JP Morgan revelan que la economía de Rusia crecerá más de un 3% este año y un 1,8% en 2024, frente al 0,6 y 1,3% que se espera en la economía de la Unión Europea. Es cierto que correlación no implica causalidad, pero resulta cuando menos curioso que el territorio que impone sanciones para dañar la economía de otro termine estancado en términos económicos, mientras que el sancionado crece con relativa intensidad.

El precio del petróleo retoma la senda de las caídas después de tres jornadas de cierto alivio para los futuros de crudo. El Brent, petróleo de referencia en Europa, está cayendo hasta un 4% y ha llegado a perder los 80 dólares por barril, aunque al cierre ha recortado sus caídas hasta el 0,95%. El West Texas, por su parte, ha llegado a corregir hasta un 4% y pierde los 75 dólares. La división dentro de la OPEP+ (la OPEP más Rusia y sus aliados), que se ha visto forzada a retrasar su reunión hasta el 30 de noviembre, para tomar una medida conjunta que incluya más recortes, están dinamitando el sentimiento sobre el precio futuro del petróleo.

Desde que los bancos centrales empezaron a subir agresivamente los tipos de interés para luchar contra los crecientes niveles de inflación, el sector inmobiliario comercial ha sido un área clave de preocupación. El aumento de los tipos de interés (450 puntos básicos en poco más de 12 meses en el caso del BCE) y la consecuente asfixia al crédito, así como la disminución de la necesidad de espacio para oficinas (debido a los efectos del teletrabajo), han provocado un aumento de las tasas de desocupación y un descenso del valor de los inmuebles. Aunque los peores descensos de precios parecen estarse estabilizando, sigue preocupando el endurecimiento de las condiciones de financiación y el hecho de que los elevados vencimientos de la deuda del inmobiliario comercial sigan ejerciendo presión sobre el sector, muy dependiente de la deuda. A su vez, la caída de este sector podría estar a punto de meter en un serio problema a los bancos de la zona euro y de la Unión Europea.

La economía de China se está desacelerando a pasos agigantados. Aunque los factores de esta pérdida de velocidad son varios, uno de los más relevantes es el estancamiento demográfico. Si bien la caída de la tasa de fertilidad es un fenómeno que ha afectado a la mayor parte de las economías, de forma natural, a medida que iban alcanzando mayores etapas de desarrollo, China contó con un acelerador más. El Partido Comunista y sus políticas pusieron las primeras piedras de esta gran muralla que ha taponado el crecimiento demográfico. Pese a que Pekín ha ido flexibilizando esa política desde 2015, hoy, con la ventaja que aporta la retrospectiva, son muchos los que cuestionan y critican su impacto en la sociedad y la economía. No obstante, conviene retroceder varias décadas para entender por qué los líderes comunistas tomaron tal decisión hace ya más de 40 años, cuál ha sido su impacto y qué pasará en el futuro.

Las regiones de Madrid y Cataluña han sido los dos grandes motores de la economía de España en las últimas décadas. El crecimiento anual de ambas regiones y la absorción de mano de obra procedente de otras comunidades han sido clave para propulsar el PIB de España. Sin embargo, en los últimos años, una de las dos parece estar presentando un comportamiento superior en términos económicos, una tendencia que parece continuar hasta el día de hoy. Después de años recortando distancia, el PIB de la Comunidad de Madrid y de Cataluña llegaron casi igualados a 2017, año del histórico sorpasso. Desde entonces, la brecha a favor de la primera no ha parado de crecer, con la excepción de 2021, año de recuperación pospandemia.