
Casualidad o no, la economía catalana no crece por encima del ritmo del producto interior bruto (PIB) de España desde el trimestre posterior al referéndum ilegal y la declaración unilateral de independencia de octubre de 2017. Esta circunstancia, la ha aprovechado la Comunidad de Madrid para convertirse en el motor económico del país siendo la región con mayor peso en la Contabilidad Nacional.
A cierre del ejercicio 2018, el sorpasso estuvo a punto de producirse quedando prácticamente igualados los PIB de ambas comunidades sobre los 230.000 millones de euros.
Pero no ha sido hasta el tercer trimestre del año cuando se ha producido el adelantamiento. Según el Instituto de Estadística de la Comunidad de Madrid, el producto regional creció al 2,8% en tasa interanual, frente al 1,8% de Cataluña. La economía española registró un crecimiento del 2%.
Esto supone que la proyección del PIB madrileño a precios corrientes de mercado hasta septiembre se situó en 234.881 millones de euros, teniendo en cuenta la primera estimación de 2018 de las Cuentas Regionales del INE y el crecimiento trimestral de ambas comunidades durante este ejercicio, mientras el catalán alcanzó una cifra de 234.763 millones.
Ambas comunidades aportan el 19% al PIB nacional al quedar separadas por 118 millones. Ya el año pasado la Comunidad de Madrid pisó los talones a Cataluña y se quedó a 1.259 millones. La tendencia ya anticipaba, que tarde o temprano, la región catalana iba a ser superada.
Espantada de la inversión
El caos político y el desafío soberanista no solo explica el declive de la economía catalana frente a la economía madrileña, también responde a razones estructurales de cada región. Cataluña comenzaba el siglo como principal motor económico del país y a una distancia sustancial de Madrid. Aportaba casi el 19% del producto nacional, mientras la economía madrileña suponía el 17,7%.
Hasta el estallido de la crisis del año 2008, las distancias se mantuvieron linealmente en pleno boom inmobiliario del ladrillo. Pero, a partir de aquí, la hegemonía catalana comenzó a tambalearse. Con un menor peso de la industria y el Turismo, y más orientada a los servicios, la economía madrileña aguantó mejor la doble recesión de la economía española. Hasta el punto que en 2013, el PIB madrileño fue mayor al catalán.
Tradicionalmente en torno al 80% de la inversión extranjera que entra en España termina en las dos regiones. Esto se produce principalmente por concentran las grandes empresas en sus territorios. Sin embargo, en 2018, el 85% de la inversión total se ha concentrado en Madrid frente al 6,4% en Cataluña, según el informe de Comercio Internacional del Gobierno.
Movimiento secesionista
"Esto se ha debido en parte, a las consecuencias resultantes de los movimientos secesionistas del 1-O, a partir del cual un gran número de empresas han trasladado su sede de Cataluña a Madrid", explica el documento.
La Comunidad de Madrid disparó las inversiones un 125% hasta los 39.900 millones, mientras la de Cataluña cayó un 11,7% hasta llegar a los 2,986 millones.La inversión extranjera históricamente se concentra en la Comunidad de Madrid seguida a notable distancia por Cataluña. Ello explica que las desinversiones se produzcan especialmente en esas Comunidades, 48,7% y 22,7% respectivamente, de forma que entre ambas Comunidades se contabiliza el 71,4% de la desinversión del periodo estudiado.
Retroceso de desinversiones
Sin embargo, destaca el retroceso de las desinversiones en Madrid, donde la desinversión ha disminuido un 52,8%. Los 3.450 millones de euros de desinversión en Madrid suponen una cuota del 48,7%, mientras que en el año anterior la cuota de Madrid supuso un 62,8%. Por su parte, la desinversión en Cataluña ha experimentado un crecimiento en este año 2018 del 19,8% respecto al 2017. Cataluña sufrió una auténtica fuga de empresas tras el desafio soberanista de 2017. Hasta 2.812 empresas cambiaron su domicilio social, casi mil que en un año antes, cuando se fueron 1.863.
Ya en la recta final del ejercicio se produjeron las salidas más sonadas como fueron las de CaixaBank o, Banco Sabadell o Naturgy. Todavía Cataluña sigue liderando las estadísticas de salida y entradas entre todas las Comunidad Autónomas. Hasta septiembre, 664 empresas cambiaron de domicilio, pero 454 compañías establecieron su sede en Cataluña, según la compañía Informa.
Sin embargo, se está produciendo un retorno. Agbar volvió en septiembre de 2018. Pero también han vuelto entidades menos conocidas para el público general, como GM Fuel o Bayer CropSciences, que facturan más de 700 millones. Los datos oficiales difundidos por los organismos todavía no reflejan nuevas tensiones vividas desde la sentencia por el procés.