Correlación no implica causalidad. Vicente Nieves lleva buscando explicaciones a los movimientos de los mercados y de la economía desde la crisis financiera de 2007. Aún no tiene la respuesta.

El dominio global del dólar en las últimas siete décadas se está viendo debilitado de forma progresiva. La ausencia de alternativas sólidas se ha convertido en el mayor aliado del 'billete verde' para mantener la hegemonía en el sistema monetario global. Sin embargo, esto no ha impedido que los bancos centrales de casi todo el mundo hayan reducido su confianza en el dólar (para mantener sus reservas) a cambio de otras divisas u activos. El sistema monetario se encuentra en constante evolución y poco a poco se va alejando del modelo dólar-céntrico para acercarse a otro más multipolar. No obstante, para entender lo que está ocurriendo, conviene mirar atrás y analizar cómo este cambio que ahora está tomando impulso lleva tiempo fermentando.

Criptomonedas, bizum, euro digital... La tecnología y lo digital parecen estar ganando terreno a lo físico y a lo real en todos los campos, pero con mayor gran intensidad en las finanzas y los medios de pago. Javier Rupérez, ex embajador de España en EEUU (también fue diputado y senador), se ha convertido en una suerte de embajador del dinero en efectivo. Rupérez reclama desde la presidencia de la plataforma Denaria una sociedad que tenga libertad de elección, para lo cual se necesita que el efectivo llegue a todas partes y sea aceptado en todos los sitios como medio pago. En una entrevista con elEconomista.es, Rupérez aporta ideas para que los billetes y las monedas sigan estando a disposición de todos los ciudadanos, a la par que analiza el impacto que pueden tener los nuevos medios de pago y otros activos digitales.

La llama de la inflación está perdiendo intensidad gracias, sobre todo, a la moderación de los precios de la energía y al efecto base. En el componente energético destacan el petróleo y el gas, cuyos precios se han reducido con intensidad en los últimos meses. Sin embargo, esta tendencia podría tener los días contados, al menos para el petróleo. Las últimas previsiones de la Agencia Internacional de la Energía prevén que la demanda de petróleo superará a la oferta durante el segundo y tercer trimestre de 2023 (hasta donde llega la previsión), lo que provocará la reducción de unos inventarios que ya se encontraban en niveles históricamente bajos.

ECONOMÍA

No esperen que el Banco Central Europeo (BCE) levante el pie del acelerador. Pese a los rumores de los últimos días, las actas de la última reunión revelan que "un gran número de miembros expresaron su preferencia por aumentar los tipos de interés oficiales del BCE en 75 puntos básicos". Esto descarta casi por completo una relajación pronta en la carrera del BCE por llevar el precio del dinero a un terreno más restrictivo. El pie sigue en el acelerador y podría continuar ahí unas cuentas reuniones.

La economía se ha convertido en uno de los puntos flacos de España en los últimos años. Un crecimiento per cápita real estancado, una deuda pública creciente o el enquistamiento de la desigualdad son prueba de ello. Sin embargo, también hay algunas luces entre todas estas sombras, al menos en las estadísticas. El mercado laboral ha resistido bien a las turbulencias de los últimos años. No solo la tasa de paro, que es el indicador más mediático, también hay otro que está sorprendiendo por su comportamiento en este ciclo de crecimiento: la productividad real por empleado crece con intensidad y se ha sincronizado con el PIB, lo que a primera vista es una muy buena noticia (aumenta la productividad a la vez que se crea empleo), aunque con algunos matices que deslucen, y mucho, este milagro. Un 'milagro' con dos caras.

Durante los peores meses de la pandemia del covid en Occidente, algunos futuros de petróleo West Texas llegaron a cotiza en negativo (se pagaba por colocar el petróleo), mientras que la Agencia Internacional de la Energía (AIE) publicaba en uno de sus informes mensuales que existía la posibilidad de que "el mercado de crudo nunca regresase a la normalidad". En momentos de pánico es difícil ver más allá de lo que se tiene en frente. Este 2023, la propia AIE ha comenzado el año anunciando que en este ejercicio será testigo de un nuevo récord mundial de la demanda de crudo. "Dos invitados (China y Rusia) dominarán las perspectivas del petróleo", asegura la AIE.

Todo parecía listo para que el Banco Central Europeo anunciase una doble subida de 50 puntos básicos en las reuniones del 2 de febrero y del 16 de marzo. Christine Lagarde, presidenta de la institución, había conseguido unir a prácticamente todo el Consejo de Gobierno con una cifra inferior a los 75 puntos básicos, a cambio de mantener los 50 como la nueva normalidad durante unos meses. Sin embargo, la desaceleración de la inflación y la casi segura decisión de la Reserva Federal de EEUU de reducir su ritmo de subidas a los 25 puntos básicos ha revuelto a parte del Consejo del BCE, que ahora se inclina también por un movimiento idéntico al de la Fed.

Cuando una parte del cuerpo se resiente, puede acabar afectando a todo el sistema. Lo mismo ocurre con la vivienda y la economía. La caída de los precios que ya se está experimentando en algunos países -más que notoria en determinadas economías-, amenaza con agravar unas perspectivas que ya se antojan pesimistas ante los vientos desfavorables que se vislumbran para los mercados desarrollados.

La temida 'japonización' se desvanece en el horizonte de la economía europea. Tras años de advertencias y comparaciones con Japón, ahora este escenario parece alejarse, a medida que la inflación y los altos tipos de interés llegan para quedarse. Tanto es así, que el propio Banco Central Europeo (BCE) ha reconocido que esta tendencia parece haber quedado silenciada por los hechos. Ahora queda descifrar si la 'japonización' (término con una intensa connotación negativa) era realmente peor que el régimen en el que se está adentrando la zona euro.

Aún quedan dos semanas para la primera reunión del Banco Central Europeo (BCE) del año 2023. Sin embargo, el banco central está gozando de un importante protagonismo mediático ante su renovada agresividad. El que fuera uno de los bancos más dovish (preferencia por los bajos tipos y la liquidez abundante) del mundo, está dando un giro radical a su política, quizá necesario ante la elevada inflación, pero también peligroso, como advierten algunos expertos en política monetaria. Esta próxima reunión podría ser la primera en más de una década en la que el BCE dé un paso más grande que la propia Reserva Federal de EEUU, el banco central que marca el ritmo de Occidente en cuanto a política monetaria.