Todo tiene su lado positivo. Si es de los que no tiene otra que quedarse en agosto en un Madrid desértico, aproveche para reservar en el restaurante que le venga en gana, además de sentarse a la mesa de esas aperturas que aún tiene pendiente. Ramón Freixa acaba de abrir su proyecto personal en el 24 de Velázquez, que acoge dos conceptos en un espacio maravilloso de seiscientos metros cuadrados con doble altura y diseñado por Alejandra Pombo: Tradición y Atelier, que da continuidad a la filosofía innovadora que daba sentido a su dos estrellas Michelin.