En la televisión, como en los cuentos de hadas, toda carroza tiene su princesa. Y esta vez no se trata de ninguna heredera nórdica vestida de Chanel, sino de Isa Pantoja, hija de tonadillera y peón mediático de la farándula patria, quien, como hemos avanzado en primicia, aparecerá el próximo lunes, si no hay más aplazamientos e imprevistos, subida en lo alto de una carroza —literal, con ruedas— para abrir el desfile inaugural del nuevo programa de RTVE, La Familia de la Tele. No se sabe si llevará corona, pero sí que estará con la tripita propia de su avanzado estado de gestación.

El estreno del nuevo magacín de tarde de Televisión Española, con rostros del antiguo Sálvame como Belén Esteban, María Patiño o Kiko Matamoros, se está haciendo de rogar. La muerte del Papa Francisco lo ha retrasado hasta el próximo lunes 28 de abril. No era plan que la primera cadena de RTVE montara, como habían previsto para el lunes pasado, un desfile tipo Orgullo con carrozas y demás elementos festivos, con Su Santidad de cuerpo presente. Son modernos, provocadores y atrevidos, pero les faltaron bemoles y optaron, con buen criterio, por aplazar el show.

La abogada filipina Sheila Marie Uriarte-Tan no será canonizada ni venerada en vitrales. Pero quizás, cuando los libros de historia eclesiástica vuelvan a repasarse dentro de cien años, alguien encuentre una nota al pie, un nombre en letra pequeña, y se pregunte quién fue aquella mujer que, sin hacer ruido, guardó los tesoros de la Iglesia como si fueran panes consagrados. En el fondo, el Vaticano siempre ha sido más un teatro de sombras que un ministerio de luz. Sus pasillos, cubiertos de siglos de polvo ceremonial, albergan tanto el perfume del incienso como el aroma frío del dinero. En esa bóveda de mármol que acoge a santos, pecadores y banqueros disfrazados de cardenales, hay una mujer que ha cruzado el umbral con el mismo sigilo con que el viento mueve las cortinas de una sacristía: Sheila Marie Uriarte-Tan, la nueva guardiana del tesoro papal.

Estaba todo previsto para una tarde de martes intensa en televisión. El estreno de La familia de la tele, el nuevo programa con el que el universo Sálvame aterriza en La 1 de TVE, se había montado con un desfile de carrozas, como si se tratara de un evento histórico. Nunca otro programa había generado tanta expectación mediática, aunque habrá que ver si esa expectación se traduce en audiencia. Tal vez el marketing de La Osa (antigua La Fábrica de la Tele) ha sabido contagiar ese halo de ilusión a comunicadores y creadores de contenidos, que informan con gran entusiasmo de la vuelta de Belén Esteban, María Patiño, Kiko Hernández, Kiko Matamoros, Víctor Sandoval, Marta Riesco y Carlota Corredera a la primera división de la televisión en España.

En la vida de Jorge Mario Bergoglio, antes y después de convertirse en Papa Francisco, las mujeres han desempeñado un papel silencioso pero profundamente transformador. Desde su infancia en Buenos Aires hasta los años de madurez en Roma, figuras femeninas dejaron huellas imborrables en su carácter, su fe y su visión del mundo. Las mujeres de su vida no fueron solo parte de su historia: fueron faros, raíces y espejo de la humanidad que siempre ha querido ver en la Iglesia.