Llega junio y con ello, además del verano, el cobro de la mayoría de comisiones bancarias. La pandemia y el coste que supone el exceso de liquidez como consecuencia de la evolución de los tipos de interés han aumentado su cuantía y, también, las exigencias para intentar sortearlas. Esta situación no solo está ocurriendo en España, pues en Dinamarca los clientes que tienen menos vinculación con el Danske Bank deben pagar una penalización sea cual sea la cantidad de dinero que tengan ahorrado.

Llega junio y con ello, además del verano, el cobro de la mayoría de comisiones bancarias. La pandemia y el coste que supone el exceso de liquidez como consecuencia de la evolución de los tipos de interés han aumentado su cuantía y, también, las exigencias para intentar sortearlas. Esta situación no solo está ocurriendo en España, pues en Dinamarca los clientes que tienen menos vinculación con el Danske Bank deben pagar una penalización sea cual sea la cantidad de dinero que tengan ahorrado.

Los buenos datos económicos han disparado las alarmas de la inflación: el IPC, las cifras mensuales de desempleo en Estados Unidos, el repunte de los precios del petróleo o los mayores plazos de entrega de los bienes intermedios son muestra de ello. Eso, sin olvidar que tras años de exportar deflación (costes de producción y salarios contenidos), China está empezando a sufrir un incremento notable de los costes de producción.

No hay duda. El ahorro más conservador lleva inmerso en un bache del que parece no poder escapar. Si antes de la pandemia los tipos de interés ya marcaban mínimos, con la crisis económica desatada por el Covid-19 aun están más bajos. No hay más que mirar el Euribor -índice de referencia que indica el tipo de interés promedio de la mayor parte de los bancos europeos-. Si en febrero de 2020 se situaba en el -0,28%, hoy marca el -0,478%. Además, por el momento, y gracias a los ambiciosos programas de estímulo puestos en marcha para empujar a las economías, parece que se quedara cerca de estos niveles mucho más tiempo. Las previsiones mandan, siempre y cuando la temida inflación no aparezca en escena.

Un 293,38%. Esta es la subida que experimenta el fondo Alcalá Multigestión Oricalco a un año. En 2020, a pesar de los efectos en las bolsas del covid-19, logró sumar un 157%, y en lo que llevamos de año su alza ya es del 62,09%. Estos datos se deben a estar invertido, principalmente, en valores vinculados a las criptodivisas.

Los dividendos tuvieron que congelarse en 2020 en muchos mercados y sectores por los efectos económicos de la pandemia. España, uno de los líderes mundiales en reparto de dividendos bajó su rentabilidad por primera vez en 13 años por debajo del 4%, al situarse en el 3,9%, según datos de MSCI. La media histórica de este indicador para las cotizadas españolas en 33 años es del 4%, situándose en primera posición en comparación con la misma ratio calculada para otras Bolsas desarrolladas del mundo. Sin embargo, a cierre del mes de abril, mientras la ratio de España de los últimos 12 meses se encontraba en el 3%, Portugal con un 4,4%, Reino Unido con un 3,2%, y Singapur, con un 3,1%, lograron tomar la delantera.

La idea del Gobierno de eliminar la reducción por tributación conjunta en la declaración de la Renta ha caído como un jarro de agua fría. Y aunque la propuesta fue recogida en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia que se envió a las autoridades comunitarias el pasado viernes, en el que se recogen las reformas para acceder a los 140.000 millones de euros de ayudas europeas, el Ejecutivo ha asegurado que congelará la propuesta a la espera del informe del comité de expertos para la reforma del sistema fiscal.

989.878 millones de euros, a poco más de 10.000 millones del billón de euros. Esta es la cifra que actualmente tienen los españoles en depósitos a cierre de 2020, según los últimos datos del Banco de España. El confinamiento ha promovido el aumento de la capacidad de ahorro de las familias, lo que, sin duda, influye en este crecimiento. En concreto, los hogares españoles situaron en 2020 su tasa de ahorro en el 14,8% de su renta disponible, 8,5 puntos más de la tasa de 2019 y la más alta de toda la serie, iniciada en 1999, según el Instituto Nacional de Estadística (INE).

La inversión en cannabis no es una tendencia nueva. De hecho, el primer ETF del sector en Estados Unidos surgió en 2017. Sin embargo, en los últimos meses la tendencia ha cogido popularidad al calor de la legalización de la planta, tanto para uso medicinal como recreativo. Canadá y Estados Unidos son muestra de ello. El último estado americano en dar el paso ha sido Nuevo México. La región del suroeste del país se ha unido a una lista formada ya por cerca de 20 estados entre los que se encuentran Nueva Jersey, Arizona, Virginia, Mississippi, Montana, Dakota del Sur o Nueva York.