La muerte de un familiar lleva a sus descendientes a pensar automáticamente en una herencia. Esta puede ser bien acogida por los receptores o suponer un jarro de agua fría si el patrimonio del difunto no sale a cuenta.

Gestionar carteras de inversión resulta todo un galimatías últimamente. Se encadenan los meses bajistas en los mercados, incapaces de resolver todas las incógnitas del rompecabezas que es la economía mundial en este momento.

Las perspectivas económicas no son positivas. "Debería reconfortarnos la resiliencia que ha mostrado el mercado durante su larga historia y tenerla muy presente en los momentos más difíciles", destaca como contrapunto el equipo de economistas de BNY Mellon IM de cara al desenlace de este 2022. El Fondo Monetario Internacional recortó el crecimiento mundial y por países en sus últimas estimaciones de finales de julio.

"El mercado hace algo de manera magistral: primero dispara y luego piensa. Esa es la forma que tiene de comportarse ante cualquier evento cargado de incertidumbre", reflexiona Marta Campello, gestora de Abante Asesores. Así ha ocurrido durante un primer semestre de 2022 que acaba de dar el carpetazo sin abandonar el tono bajista. El propósito de enmienda para la segunda mitad del año, no obstante, parece casi descartado.

Las comisiones se multiplican en los bancos. El cobro de servicios que antes eran gratuitos se ha generalizado. Las cinco mayores entidades financieras de España (Banco Santander, CaixaBank, BBVA, Banc Sabadell y Bankinter) ingresaron más de 21.000 millones de euros en comisiones el año pasado, según datos recopilados por la asociación de consumidores Adicae.

Los ahorradores españoles encuentran cada vez más dificultades para rentabilizar su dinero sin asumir riesgos importantes. Los depósitos a plazo fijo languidecen desde hace años. Tampoco los activos financieros más arriesgados han salido al paso de las ganancias este 2022.

La vivienda tiene fama de activo defensivo contra la inflación. Los inmuebles recogen, a su manera, el efecto de un encarecimiento de los precios en la economía. La teoría puede verse superada con la práctica: la concatenación de subidas de tipos cada vez más contundentes por parte de los bancos centrales tiene efectos sobre los distintos activos financieros.

El yen ha viajado en la máquina del tiempo hasta aterrizar en 1998. Esta semana la divisa de Japón se sitúa en mínimos de 24 años en su cruce con el dólar, aunque en la jornada de este miércoles registra un tímido rebote que le aleja algo de esos mínimos.  Una disparidad que se ha visto acrecentada por la debilidad de esta divisa y por el fortalecimiento del dólar, que ataca su nivel más alto desde 2002.

Los mercados financieros han descontado infinidad de veces este año las subidas de tipos del banco central más poderoso del mundo, la Reserva Federal. Ahora, también lo hacen en una semana clave, donde su homólogo europeo, el BCE, anunciará lo propio para el verano.

Los bancos esprintan desde hace unas semanas para ofrecer nuevas condiciones hipotecarias a sus clientes. El euríbor registra desde esta primavera leves subidas que no se veían desde hace años, instalado en los tipos negativos. El índice de referencia de las hipotecas marca una media mensual del 0,282% en mayo, frente al 0,013% de abril, según el dato provisional conocido esta semana.