Opinión
Los mercados están manteniendo la calma en la guerra abierta entre Israel e Irán, asumiendo que será un conflicto limitado en el tiempo y en cuanto a sus repercusiones. Probablemente estén en lo cierto, pero no es descartable una escalada que podría tener graves consecuencias, en un momento además de gran inestabilidad geoeconómica y en ciernes de los impactos de las políticas de la Administración Trump. Con la complicación añadida para los inversores de que haya cambiado el régimen de correlaciones habitual, lo que resta poder diversificador tanto a la deuda pública como al USD.