El cartel petrolero ha vuelto a sorprender al acelerar el ritmo al que irá aumentando su producción. Aduce argumentos sobre oferta, demanda e inventarios que resultan discutibles cuando se cierne sobre la economía mundial la amenaza de una desaceleración por la guerra comercial, lo que hace sospechar que está motivado por factores geopolíticos. En cualquier caso, se acentuará el exceso de oferta en el mercado energético y los precios seguirán deprimidos. Buenas noticias para nuestros bolsillos y para el conjunto de la economía, pero un entorno complicado para las petroleras cotizadas, que ven limitado su margen para seguir retribuyendo tan generosamente a sus accionistas.