Vivimos en tiempos de trabajo líquido, en los que la frontera entre lo personal y lo profesional cada vez es más difusa, ahogados por una interconexión con un crecimiento exponencial. Esto ha llegado a las empresas tanto a nivel de la prestación del trabajo propiamente dicha, como para fomentar la vinculación con sus trabajadores, ya sea en formato de retiros profesionales, de convenciones, o simplemente eventos lúdicos con un objetivo profesional intrínseco, como pueden ser las celebraciones de empresa. Y estando tan cerca la llegada de la Navidad, no podemos dejar de plantearnos qué implicación tiene que se considere acudir al evento de empresa de Navidad como tiempo de trabajo, lo cual no es baladí y se trata de una cuestión compleja.

Gerente del área Laboral de BDO Abogados