Desde la manzana de Eva hasta la de Steve Jobs (es decir: la de Apple Computer), pasando por la 'manzana de la discordia', la de Newton, o la de Blancanieves -entre otras muchas-, las propiedades de esta especie frutal han sido exaltadas desde todos los puntos de vista posible. Naturalmente el más universal es su puntual intervención en el contexto del 'pecado original'; no en vano su nombre en latín es Malus domestica, que le viene que ni pintado. En fin que, pecados aparte, lo mejor es comprobar sus propiedades en 'la capital de las manzanas', que es la localidad francesa de Montauban, situada en el corazón del suroeste de Francia, a 45 km. de Toulouse, que es donde está el aeropuerto más cercano.