Economista jefe de Pictet AM

Pronosticamos un fuerte crecimiento del PIB real en los mercados emergentes en 2021, liderado por Asia sin Japón (8,5%), seguido de emergentes de Europa, Medio Oriente y África (4,5%) y finalmente América Latina (3,6%). De hecho, tras una contracción del crecimiento en 2020 mucho menor que en las economías desarrolladas, los principales indicadores de actividad han repuntado en las economías emergentes por encima de los niveles anteriores a la pandemia, exceptuando el sector "servicios", que de todas formas tiene menor peso para estas economías. Además, los desequilibrios económicos en economías emergentes son generalmente limitados, más bien reducidos a Turquía y Sudáfrica. A ello se añade que, tras una década perdida de rentabilidad, la renta variable, bonos y divisas de mercados emergentes parecen muy baratos.

Hay quien se pregunta si los grandes volúmenes de dinero que los bancos centrales han bombeado al sistema financiero mundial para contener el impacto económico de la pandemia Covid-19 pueden crear presiones incontroladas de precios o, peor aún, una estanflación como la que arrasó varias regiones del mundo en la década de 1970.

Los bloqueos en las economías del mundo con la pandemia del coronavirus han sido una respuesta racional, guiada por consideraciones de salud pública. Pero han causado un colapso sin precedentes al comercio transfronterizo y generado el temor a efectos negativos que persistan durante mucho tiempo cuando esta crisis haya pasado. Sin embargo, hay buenas razones para creer que el comercio internacional no se va a ver dañado catastróficamente, aunque es probable que la red de relaciones económicas internacionales cambie significativamente.

Prevemos que el número de casos globales de personas afectadas por el Covid-19 alcance el máximo la primera quincena de marzo. Así que el impacto económico puede sentirse este primer trimestre, seguido de fuerte recuperación el segundo. El impacto total para el crecimiento mundial puede ser, como mínimo, de 0,15% del PIB en 2020.

Tribuna

Para la economía china, la guerra comercial con EEUU puede ser un golpe, pero también una bendición disfrazada. Hay que tener en cuenta que la disputa entre las dos economías más grandes del mundo puede acelerar el proceso de reemplazo de EEUU como fuerza dominante del sistema financiero mundial. Efectivamente, si China es capaz de hacer reformas difíciles, pero necesarias, sus mercados se transformarán en una importante clase de activo internacional, que ningún inversor podrá permitirse ignorar.

Patrick Zweifel

Los últimos doce meses han sido turbulentos para los mercados emergentes y ahora parece que están sobrevendidos. Ahora bien, ¿representan un buen valor? ¿Qué más necesitamos ver para una recuperación? Mi lista de deseos para 2019: enfriamiento de las tensiones comerciales mundiales, más estímulo en China, aumento de los precios de las materias primas y buenas políticas.

Patrick Zweifel

La inflación, como el tiempo, puede ser manifiestamente difícil de predecir. De momento este año podemos decir que los cielos parecen relativamente tranquilos respecto a EEUU. Pero, dada la combinación de mayor crecimiento económico y políticas fiscales expansivas de Trump las nubes empiezan a asomar, hasta el punto de que puede haber riesgo de tormenta en ciernes para 2018. Al respecto, vale la pena considerar potenciales coberturas. Después de todo siempre es prudente disponer de paraguas si hay nubes en el horizonte, por distantes que parezcan.

Luca Paolini y Patrick Zweifel

El reciente auge de las acciones de China chocaba con la desaceleración de su crecimiento económico, que había caído medio punto porcentual hasta 7% anual, la producción industrial anualizada de 9,4% a 6,2%, la construcción del 4% a cero y las exportaciones pasado de aumento del 8% a contracción del 2,5%. La caída de los precios de producción podía tener impacto deflacionario a través de vínculos comerciales y materias primas.