
El euro sube más del 10% frente al dólar en el año y las divisas emergentes sacan un 5% al billete verde desde el 1 de enero. Ambos datos muestran la debilidad de la moneda estadounidense. Una tendencia que responde a la mayor incertidumbre económica en EEUU y que, según el mercado, se mantendrá a corto plazo. Así lo indican las posiciones de los inversores en el mercado de divisas (carry trade), donde las apuestas contra el dólar están en máximos de 2018. Todo apunta por ello a un periodo de fragilidad del dólar, que restará rentabilidad al inversor europeo expuesto a Wall Street, y que también tendrá consecuencias en la economía y las empresas. Ello debido a que encarece las exportaciones europeas al tiempo que abarata las importaciones de activos comprados en dólares.