
Donald Trump es capaz de influir en el mercado, como ha demostrado en varias ocasiones. Pero la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) evidenció la fuerza que tiene controlar la política monetaria de la economía de referencia para el mundo. La última intervención del presidente de la Fed cambió en una sola sesión el tono que ha dominado al mercado financiero desde que comenzó el 2025. Gracias a sus palabras, los inversores cerraron sus posiciones en deuda a niveles récord mientras la bolsa registra su mayor entrada de dinero con fondos cotizados (ETF) desde mediados de diciembre del año pasado.
El presidente de la Fed, Jerome Powell, no realizó ningún ajuste de tipos de interés este miércoles, aunque sí que cambió el enfoque de reducción del balance que flexibiliza la política monetaria y es, en la práctica, una bajada de tipos encubierta. "Aunque no es un cambio radical, debería contribuir a aliviar la presión sobre el mercado, especialmente si el Gobierno también logra frenar el gasto", comentó el economista internacional en J. Safra Sarasin Sustainable AM, Raphael Olszyna-Marzys.
Además, las palabras de Powell sobre el impacto de la guerra comercial iniciada por Donald Trump calmaron a los inversores, que perdieron el miedo que llevó en las últimas semanas a refugiarse en bonos y activos como el oro, que históricamente tienen menor riesgo que la bolsa en momentos de volatilidad e incertidumbre. "En resumen, mensaje tranquilizador sobre el estado de la economía estadounidense y el probable carácter transitorio de los aranceles, aunque el nivel de incertidumbre es muy elevado", comentaron desde el departamento de análisis de Bankinter.
Con la posibilidad de una recesión en Estados Unidos atenuada por la Fed, el dinero retorna a la renta variable, como también demuestran los principales índices de Wall Street que subieron en la última sesión. Solo en el día de ayer el flujo neto (diferencia entre el dinero que entra y el que sale) en los ETFs de bolsa superó los 35.000 millones de dólares, el valor más alto en lo que va de año, según los datos que recoge Bloomberg. En el conjunto de la semana esta cifra se eleva ya por encima de los 53.500 millones: máximos desde la segunda quincena de diciembre del año pasado.
Esto cambia la tendencia en lo que va de año y altera por completo las estrategias de asignación de activos de los inversores que han sido partícipes de una corrección del mercado en la bolsa estadounidense mientras que los índices europeos se postularon como alternativa. En lo que va de semana, el flujo de fondos cotizados de renta fija se sitúa en negativo. Es la primera vez que pasa en más de seis meses. La diferencia entre el cierre de posiciones en bonos y deuda frente al dinero que entra en renta fija supera los 9.000 millones de dólares.
A juzgar por el mercado de ETFs, ese dinero no se quedó en forma de liquidez en la cartera de los inversores. Ninguna otra categoría (monetarios o materias primas, por ejemplo) refleja un valor al alza respecto al visto en las últimas semanas, más allá de la renta variable que crece a niveles récord y los fondos cotizados de renta fija en los que sale el dinero. Este trasvase se materializa en más de 100.000 millones de dólares de inversiones que ingresan directamente a la bolsa desde el lunes, pero no en todos los mercados por igual si se distingue por geografías.
De la deuda a la bolsa de Wall Street
La bolsa de Wall Street concentró el pesimismo de los inversores con la última corrección que aflora caídas del S&P 500 de más del 3,5% en lo que va de año. Pero con el discurso reciente de la Reserva Federal, es en la bolsa estadounidense donde se volcaron los inversores en la última jornada. Y es que el 88% del dinero que entra en bolsa en las últimas 24 horas fue directamente al mercado norteamericano, según los flujos de ETF que recoge Bloomberg.
El mercado de ETFs no refleja la totalidad del mercado, ya que se puede acceder al mismo a través de fondos o con la compra directa de activos por parte del inversor. Pero los fondos cotizados acaparan entre un 25% y un 35% del dinero que se mueve en Wall Street cada día, según New York Stock Exchange, lo que sí ofrece una fotografía de lo que hacen los inversores en el mercado financiero con un activo que permite aportaciones desde un euro.
En las últimas cuatro semanas, los flujos de la bolsa fueron a la baja a escala global, especialmente en Estados Unidos. Esto es una anomalía, ya que los inversores están generalmente sobreponderados en acciones de Wall Street frente al resto de mercados, como señalan desde Alliance Bernstein. "La tendencia actual fue salir de los mercados de activos de riesgo de EEUU y rotar hacia el resto del mundo, donde las perspectivas de crecimiento parecen mejores", apunta el gestor de Jupiter AM, Mark Nash.
Ahora parece que la tendencia recupera su trayectoria habitual, aunque el dinero no vuelve a los valores más castigados del mercado como pueden ser las compañías dentro de las Siete Magníficas. Los últimos movimientos reflejan que los inversores prefieren acciones y fondos cotizados value en lugar de las de crecimiento, como pueden ser las compañías tecnológicas. El propio presidente de la Fed valoró la evolución de la inflación y de la economía estadounidense en la actualización de sus proyecciones macroeconómicas en un escenario difícil en 2025.
A nivel sectorial, las acciones defensivas de consumo tienen una demanda especial a nivel mundial, mientras que las acciones cíclicas de consumo y tecnología se vieron presionadas. [...] Una estabilización de los mercados podría aprovecharse para reequilibrar las carteras de forma más defensiva. En particular, conviene evitar las acciones de alta valoración con una debilidad relativa creciente", aconsejan desde la gestora alemana DJE Kapital.
Por otra parte, el flujo neto negativo en ETFs de renta fija es equitativo con esta última salida de dinero. Los inversores cierran posiciones en bonos soberanos, corporativos casi por igual del mismo modo que tampoco hay cambios significativos por geografías. Donde sí existe un flujo negativo superior es en la duración, ya que son los vencimientos más cortos donde existe mayor fuga de inversores en las últimas horas.