
Trump prometió una prosperidad sin igual, aunque ahora empieza a medir sus palabras. En una entrevista el pasado fin de semana con Fox News, el presidente de Estados Unidos respondió así cuando se le preguntó por los indicadores económicos que apuntan hacia una posible recesión en 2025: "Odio predecir cosas como esa. Hay un periodo de transición, porque lo que estamos haciendo es muy grande, estamos trayendo la riqueza a EEUU de nuevo", afirmó el magnate norteamericano.
Horas después, un vendaval arreció como no se había visto en meses en la bolsa norteamericana con liquidaciones de posiciones que llevaron al S&P 500 a perder cerca de un 3% en la sesión y al tecnológico Nasdaq a sufrir la oleada de ventas diaria más abultada desde julio de 2023 (-3,8%). Hace solo diez semanas, cuando se comenzaron a tocar los primeros compases del 2025, el optimismo sobre las acciones estadounidenses era una fiebre que pocos parecían querer mitigar a pesar de que se empezaban a escuchar los primeros rumores de una posible sobreexposición. Entonces, el consenso de analistas recogido por Bloomberg esperaban que el índice 'rey' de Wall Street alcanzara los 6.614 puntos a finales de año, esto era, una proyección alcista respecto de los niveles de inicio de año del 12%.
Pasaban las semanas y todo seguía igual. En febrero, estas previsiones seguían estáticas, pero desde entonces todo se ha ido derrumbando como un castillo de naipes. El S&P ha caído algo más de un 10% desde los máximos históricos de hace apenas tres semanas, entrando en un territorio de contracción. A partir de aquí, el camino que tiene por delante el selectivo neoyorquino es más arduo: si quiere cumplir con el objetivo de los expertos que, recuerden, se situaba a principios de año en los 6.614 puntos, el recorrido alcista que tiene por delante es de algo más de 20 puntos porcentuales. A la espera de una próxima revisión, estos objetivos de los estrategas se traducen en el mayor nivel de optimismo de la década para con el mercado de EEUU.
De momento, los estrategas de renta variable estadounidense de Goldman Sachs han actualizado esta semana sus perspectivas y reducido el objetivo del S&P 500 desde los 6.500 puntos a los 6.200 puntos. También se han mitigado las expectativas en cuando a próximos beneficios que, de ahora en adelante, estiman que puedan repuntar hasta un 7%, lo que supone una corrección de dos puntos respecto de la previsión anterior.
"Nuestro escenario base es que con cada aumento de cinco puntos porcentuales sobre los aranceles de EEUU la reducción del beneficio por acción de las empresas del S&P 500 será de entre el 1% y 2%, asumiendo que las empresas sean capaces de trasladar la mayoría de los costes por la subida de tarifas a los consumidores", explica el estratega jefe del banco de inversión norteamericano, David Kostin, en una carta reciente a sus clientes.
A día de hoy, Wall Street aleja la sombra del territorio burbuja (considerada como cotizar con una prima del 20% sobre la reversión a la media). Con todo y con ello, el S&P se compra en 2025 con una prima del 15% con respecto al multiplicador de beneficios medio histórico, de 18 veces, y cotiza a un PER (veces que el beneficio se recoge en el precio de la acción) de 20,4 veces.
En el caso del selectivo de la tecnología, el Nasdaq 100 ha reducido la prima con la que se compraba con respecto a su media histórica (de 23 veces) al 7,3%, y sitúa actualmente su multiplicador de beneficios para 2025 en las 24,4 veces.
Cambio de tercio inversor
En febrero, el cambio de tercio del mercado fue claro y así lo demostró la última encuesta de gestores de fondos de Bank of America que reflejaba un giro inesperado en el posicionamiento de quienes habían hablado: se abalanzaron sobre la bolsa europea, a costa de la estadounidense. ¿El motivo? que consideraban que Wall Street estaba sobrevalorado como nunca antes desde que se incluyó la pregunta en el cuestionario allá por 2001. De fondo, la guerra comercial de Trump con el planeta era su gran miedo y el oro, el mejor activo a tener en cartera.

Y es que el miedo a las valoraciones de la bolsa americana salió a relucir cuando a los gestores se les preguntó qué estrategias de inversión consideraban más "abarrotadas", es decir, que se aproximaban a una sobrevaloración: las 'Siete Magníficas'.
¿Estrategia de wait and see?
¿Qué estrategia adoptar entonces? La historia dice que bajar exposición, a largo plazo, no llega a ser una estrategia rentable para el inversor aunque bien sea verdad que cuando la economía se desploma, incluso las acciones de más calidad se ven arrastradas por el pánico inversor. Durante las últimas dos recesiones profundas de la economía en Estados Unidos, la de 2008 y 2020 por la pandemia, se dio el caso de algunos valores que superaron, con creces, el rendimiento general del S&P 500: fueron empresas resistentes a la desaceleración económica que podrían ayudar a dar estabilidad a las carteras en momentos de tormenta.

El campo, como sucede en crisis globales, vuelve para ayudar al humano a salir hacia delante cuando en el mercado hay un pesimismo generalizado. Empresas como Corteva -enfocada en el negocio del desarrollo de soluciones para la protección de cultivos y semillas-, Nutrien -gigante de los fertilizantes- y Mosaic -especializada en la producción de potasa y fosfato- ostentan el favor de los analistas con las mejores recomendaciones del sector y potenciales en bolsa para 2025 de entre el 15% y 30%. Para quien prefiera apostar sobre el sector a través de fondos, el Panda Agriculture & Water Fund de Gesiuris, que invierte en empresas agrícolas con sólidos fundamentales y es único en Europa al incluir el agua entre sus posiciones.
Pero el consumo masivo también sigue siendo una de las principales apuestas en tiempos de crisis. Walmart, Procter & Gamble y Costco destacan en este segmento. De hecho, el gigante de los supermercados estadounidense (Walmart) está, según los analistas, es una sólida posición financiera que le permitirá capear una futura crisis inminente mejor que en otras ocasiones. De ahí, el potencial en bolsa de algo más del 29%. Los fondos centrados en el segmento del consumo, en su gran mayoría, dicen invertir en empresas de "alta calidad" con buenos fundamentales.
"Para inversores que buscan preservar capital sin renunciar a retornos consistentes, una combinación de commodities y valores defensivos de baja beta sigue siendo una estrategia prudente", apunta el analista independiente Franco Machiavelli.
Un refugio conectado...
La resiliencia la han demostrado también compañías del sector energético, pero una por encima de todas: EQT. Junto a ella, petroleras -a las que Trump promete hacer de su segunda legislatura las mieles de su negocio- como ConocoPhillips y Occidental Petroleum figuran entre las firmas con mejor recomendación de los expertos, con potenciales de crecimiento del 13,7%, 33,7%, y 30,3%, respectivamente. Pimco cuenta con uno de los mejores fondos de la industria, acorde a los registros de Morningstar. La gestora propiedad de la alemana Allianz gestiona el Pimco GIS MLP & Energy Infrastructure Fund E, centrado en la inversión en infraestructura energética y opciones sobre el sector en general. Tal y como se recoge en su ficha, Kinder Morgan (que cayó algo más de un 56% en la crisis bursátil de China de 2015) se cuela entre las diez primeras posiciones de su cartera.
Las farmacéuticas suelen comportarse bien en recesiones o momentos de desaceleración. UnitedHealth, Eli Lilly y AbbVie son algunas de las opciones mejor valoradas a pesar de las fuertes correcciones que han firmado en los últimos meses como consecuencia de las políticas sanitarias emprendidas por la administración Trump. En todo caso, las aseguradoras de seguros prometen ser capaces de mejorar sus rendimientos en lo que queda de ejercicio. El potencial de UnitedHealth es, en estos momentos y acorde a los datos recogidos por elEconomista.es de FactSet.
Estos modelos de negocio lo hicieron bien, lógicamente, durante la crisis de mercado de 2020 provocada por la pandemia del Covid-19, pero algunos valores como CVS Health o Cardinal Health han sido capaces de obtener rendimientos mayores a los del S&P 500 en otros momentos de recesión como el vivido durante la crisis de la burbuja puntocom a principios de siglo. El AB I-International Health Care de Alliance Bernstein -con Eli Lilly, Roche, Johnson & Johnson, Gilead Sciences, UnitedHealth son sus principales posiciones- es uno de los fondos sectoriales más recomendados por los expertos.
... a pesar de la volatilidad
A pesar de la volatilidad del sector tecnológico, algunas empresas de telecomunicaciones como AT&T, T-Mobile y Qualcomm son capaces de ofrecer estabilidad. El fabricante de semiconductores mantiene un potencial del 30,5%, lo que demuestra el recorrido que tiene por delante la tecnología más allá de las 'Siete Magníficas'. El DWS Global Communications pondera a Meta (9,6%), Netflix (7,4%) y AT&T (4,7%) es el tridente de este fondo.
Y podría no estar del todo mal enfilada la estrategia porque aunque a primera vista pueda parecer extraño, el gigante del streaming, que depende del gasto discrecional de los consumidores, ha tenido un rendimiento similarmente bueno en tiempos de dificultades económicas y de bonanza. El sales operation analyst de IG, Diego Morín, entiende que la fortaleza de Netflix en 2008 y 2020 podría deberse a que los estadounidenses redujeron sus opciones de entretenimiento caras durante las dificultades económicas y apostaron por lo más barato.
Y para quienes buscan una inversión diversificada, los fondos indexados equiponderados han ganado relevancia entre los que optan por estrategias pasivas. Entre las opciones destacadas están el Invesco S&P 500 Equal Weight ETF y el MyInvestor S&P500 Equiponderado FI, con rendimientos estables en los últimos años.
"Si el inversor busca exposición a EEUU sin complicaciones, un ETF sobre el S&P 500 o uno más defensivo como el Vanguard Consumer Staples ETF pueden ser buenas opciones, pero hay que buscar puntos de entrada adecuados y no dejarse llevar por la euforia de mercado", recomienda el analista, Javier Etcheverry.