Ramón Masip / Pablo Suárez
El hecho de que seis de cada diez europeos sean ya poseedores de un coche -siete de cada diez americanos- no frena a la industria de la automoción. Todo lo contrario. El sector está ahora centrándose más en renovar el parque automovilístico que en incrementar la tasa de penetración, especialmente en los mercados maduros. Los fabricantes tienen el pie puesto en el acelerador de nuevas inversiones en investigación y desarrollo de nuevas tecnologías con el objetivo de atender las demandas tradicionales del consumidor (calidad, seguridad o precio -entre otras-) y hacer frente a otras más recientes relacionadas con la apuesta por las bajas emisiones, el diseño de última generación, la conectividad y la automatización del vehículo.