Directora de Marketing y Comunicación de Sodexo

Los constantes cambios que experimenta el ecosistema empresarial español provocan que las pequeñas y medianas empresas deban abordar en su día a día diferentes desafíos como el impacto de la inflación, la búsqueda de la rentabilidad o el acceso a la financiación -entre otros- con el propósito de llevar adelante sus propuestas de negocio. No obstante, quizá no siempre seamos conscientes de que existe otro gran reto, quizá más silencioso que los anteriores, pero que tiene un importante impacto en el activo más importante de este tipo de empresas. Me refiero al capital humano y, más concretamente, a la capacidad de estas compañías para atraer y fidelizar ese talento.

Miriam Martín

Los expertos en motivación saben desde hace tiempo que pagar un salario justo no basta para motivar a los empleados. Ya Frederick Hertzfeld señalaba en su clásica teoría que el dinero forma parte de los factores de higiene -aquellos que añaden poco a la hora de motivar pero restan mucho si no se cumplen-, y ese planteamiento hoy es igual de cierto. Un reciente estudio sobre satisfacción laboral realizado por Boston Consulting Group, entre más de 200.000 trabajadores de todo el mundo, situaba el sueldo fijo en el octavo puesto de los factores que más valoran los profesionales, mientras que el reconocimiento del esfuerzo se citaba en el primer lugar, destacado con diferencia.

Miriam Martín

Si arranco estas líneas afirmando que la comunicación lo es todo en la vida, habrá a quien le parezca una simpleza. Y, sin embargo, así es. La comunicación (buena, regular o mala) es el preludio del éxito, que puede ser sinónimo de bienestar o calidad de vida, o del fracaso, equivalente de malestar y desmotivación, en nuestras vidas personales, profesionales o empresariales, aunque en este caso solo me ceñiré a la comunicación en la empresa.

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