Firmas

Cuando la comunicación lo es todo

Si arranco estas líneas afirmando que la comunicación lo es todo en la vida, habrá a quien le parezca una simpleza. Y, sin embargo, así es. La comunicación (buena, regular o mala) es el preludio del éxito, que puede ser sinónimo de bienestar o calidad de vida, o del fracaso, equivalente de malestar y desmotivación, en nuestras vidas personales, profesionales o empresariales, aunque en este caso solo me ceñiré a la comunicación en la empresa.

Llama la atención que una escasa comunicación, por ser polite, impida subidas salariales anuales netas superiores al 7%, que incluso pueden llegar hasta un 17 sin que la empresa aumente ni un euro la masa salarial. A esta afirmación hay que añadir una pregunta: ¿qué empresa en 2017 hará una subida salarial de al menos el 7% a toda su plantilla? Si no estoy mal informada, superar el 1,5 será difícil aun en nuestro entorno económico. Y, sin embargo, insisto, es posible. Solo se trata de estar bien informado y saberlo comunicar.

Les hablo de la retribución flexible, aparentemente de sobra conocida, pero en la realidad no del todo practicada. Investigaciones recientes apuntan que 7 de cada 10 grandes empresas la utilizan, precisamente, para retener y motivar a sus empleados, pero es aún muy desconocida o poco utilizada entre medianas y pequeñas, cuando el tejido empresarial español está formado sobre todo por ellas.

Según la CEOE, que a su vez utiliza los datos del Ministerio de Empleo y Seguridad Social, entre 2013 y 2015, un 70,12% de empresas tenían entre 1 y 9 trabajadores; un 25,54%, entre 10 y 49; un 3,64%, entre 50 y 249 empleados, y un 0,70%, de las empresas de más de 250 empleados. Y es precisamente en este 0,70% donde 7 de cada 10 favorecen a sus trabajadores con beneficios como el salario en especie. Ciñéndonos a los datos, no parece que estemos sabiendo comunicar las ventajas de una fórmula que está al alcance de todos.

A la luz de esta información, me voy a permitir recordar qué es la retribución flexible y cómo se pueden lograr incrementos salariales sin aumentar la masa salarial de una organización, ya sea grande, mediana, pequeña o micro.

La retribución flexible o salario en especie es la parte del paquete retributivo que no es monetaria y que la empresa facilita a sus empleados bien por su cultura retributiva, bien por convenio o porque durante la negociación del contrato así lo han acordado. Los únicos requisitos es que sea voluntaria, a nadie se le puede obligar a tener una parte de su sueldo en especie, y que no supere el 30% del salario bruto anual de un trabajador.

Con esta fórmula, en sus orígenes creada para el mundo directivo, se favorece cobrar más con el mismo salario, ya que ofrece al empleado la posibilidad de elegir productos o servicios sin carga fiscal o limitada, de manera que el empleado gasta lo mismo que si su retribución no fuera flexible, pero gracias a la ventaja fiscal ahorra e incrementa su salario neto. A partir de aquí, hagamos números.

Pongamos por caso una empleada con un salario bruto anual de 26.500 euros al año, el salario medio en nuestro país. Es madre de un bebé de 14 meses que lleva a la guardería; tiene que comer todos los días por su oficina; se desplaza los tres meses de verano en transporte público y prefiere tener seguro médico para su marido, su hijo mayor, su bebé y ella misma.

En total, destina 7.880 euros a estos servicios que su empresa le ofrece a través de la fórmula de retribución flexible, todos con ventajas fiscales; 2.000 euros al seguro de salud; 1.980 euros a los cheques restaurante (220 días laborables); 3.500 euros a 10 cheques guarderías durante 10 meses, y 408 euros a su tarjeta transporte para los tres meses de verano, en los que no utiliza su coche porque no tiene que llevar a su hijo mayor a la escuela.

Esta trabajadora, con estos servicios que en cualquier caso tiene que utilizar y pagar, consigue un incremento de disponibilidad neta de 2.113,80 euros al año, lo que supone aumentar su poder adquisitivo un 7,98%, es decir, 6 puntos por encima del 1,5 de subida salarial prevista en 2017.

Hechos los números, ¿dónde están las dudas? Los trabajadores que se benefician de esta modalidad retributiva repiten año tras año, reconocen que su empresa les brinda calidad de vida y su compromiso aumenta. Ahora vuelvo a mi titular: ¿Comunicamos?, o ¡comunicamos! La respuesta es personal pero transferible

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky