Madrid
Los constantes cambios que experimenta el ecosistema empresarial español provocan que las pequeñas y medianas empresas deban abordar en su día a día diferentes desafíos como el impacto de la inflación, la búsqueda de la rentabilidad o el acceso a la financiación -entre otros- con el propósito de llevar adelante sus propuestas de negocio. No obstante, quizá no siempre seamos conscientes de que existe otro gran reto, quizá más silencioso que los anteriores, pero que tiene un importante impacto en el activo más importante de este tipo de empresas. Me refiero al capital humano y, más concretamente, a la capacidad de estas compañías para atraer y fidelizar ese talento.
Lo cierto es que la lucha por el talento es una realidad hoy en día. Un 83% de las empresas afirman haber teniendo problemas para captar ciertos perfiles en el último año según datos del II Estudio Pluxee de Retos y Tendencias en RRHH 2024, y, en efecto, durante el primer trimestre de 2024, casi 150.000 vacantes se quedaron sin cubrir, según datos del INE.
Sin embargo, en esta situación de complejidad, la capacidad de reacción de las grandes empresas ha sido más ágil para reforzar sus propuestas de valor al empleado, con un 63% de ellas trabajando de forma activa en propuestas de compensación total que incluyen beneficios sociales o retribución flexible más allá del salario.
Por otro lado, en las pymes, que de forma tradicional han tenido una adopción más lenta de este tipo de propuestas retributivas, solo 1 de cada 4 empresas menores de 50 empleados y un 50% de las medianas empresas cuenta con ellas.
¿Qué factores han marcado esta diferencia de ritmo entre los distintos perfiles de empresa? Sería difícil afirmarlo con rotundidad, ya que los motivos son diversos, pero podríamos ubicar las principales barreras en la creencia de que son estrategias que implican una alta inversión de tiempo, dinero y recursos, que no todas las compañías pueden abordar. Por fortuna, estamos asistiendo a un cambio de tendencia en este sentido, ya que, lejos de esa creencia, la oferta de este tipo de servicios nunca ha sido tan accesible para todos los tipos de empresa -también para las pymes- y sin añadir apenas carga administrativa. Por este motivo, precisamente, entre todos los perfiles de empresa, son las PYMEs quienes más tienen previsto ampliar su oferta de beneficios este año.
Es importante señalar que a la hora de ofrecer un paquete retributivo atractivo y más completo, la opción idónea es combinar la retribución salarial tradicional con beneficios en modalidad de beneficio social (siendo la empresa quien asume el coste de estos). Sin embargo, no siempre existe ese margen en las empresas desde un punto de vista de costes salariales. En este contexto, la retribución flexible se posiciona como una herramienta estratégica de gran potencial que permite mantener los costes, tan importantes para las empresas, ajustados.
En este modelo, los empleados pueden destinar parte de su salario bruto (hasta un máximo de un 30%) al pago de determinados productos o servicios como la guardería, el transporte al puesto de trabajo o la tarjeta restaurante, beneficiándose así de una exención de IRPF en gastos cotidianos que permiten maximizar su salario neto y ahorrar en los gastos del día a día. Por su parte, para la compañía, significa poder ofrecer incentivos valiosos a este talento sin incurrir en gastos adicionales para la empresa.
Por estos y otros motivos, según el citado anteriormente Estudio de retos y tendencias de Pluxee, la retribución flexible es actualmente la modalidad más elegida por las pequeñas y medianas empresas para ofrecer sus planes de beneficios a empleados.
Los empleados de este perfil de empresas tienen claras sus preferencias en cuanto a beneficios. Los cinco más solicitados son el seguro de salud (41%), la tarjeta restaurante (36%), la tarjeta transporte (30%), la formación (28%) y el seguro de jubilación (26%). En las medianas empresas, los empleados muestran preferencias similares, pero con mayor énfasis en el seguro de salud (49%) y la tarjeta restaurante (40%), tal y como evidencia el estudio.
También, es importante destacar que la retribución flexible se alinea perfectamente con las expectativas de los empleados actuales, quienes buscan una mayor personalización en sus paquetes retributivos. En lugar de un enfoque 'talla única' que sea idéntico para todos los empleados sin importar sus circunstancias, este tipo de remuneración permite a cada empleado adherirse a los beneficios que prefiere o necesita, aumentando así su satisfacción y compromiso con la empresa.
Por todo ello, podemos afirmar que las pymes españolas tienen ante sí una oportunidad única para reforzar su marca empleadora y alinearla junto al resto de objetivos de éxito de su actividad, ya que la retribución flexible se presenta no solo como una estrategia clave para competir en la actual guerra por el talento, sino que también permite tener un control óptimo de los costes. En un mercado laboral tan competitivo y con tanta demanda de talento cualificado, las pymes que no cuentan con este tipo de estrategias, se encuentran en situación de desventaja frente a las que sí lo hacen, y frente a las compañías de mayor tamaño.
Al adoptar estos modelos, las pymes no solo estarán en mejor posición para atraer talento, sino que también reforzarán el compromiso y la lealtad de sus empleados, asegurando así su éxito a largo plazo. ¿Y no es ese el objetivo de toda compañía?
