MIGUEL HUERTA DANA
La industria cárnica está siendo acusada en los últimos meses de uso fraudulento de cooperativas y falsos autónomos, tanto por los sindicatos, como por la Inspección de Trabajo. Una acusación que es cuando menos sorprendente, puesto que la figura de las Cooperativas de trabajo asociado lleva funcionando en nuestra economía desde hace más de 20 años, y ha sido durante todo este periodo de tiempo una fórmula de contratación de servicios legal y amparada por la Administración y avalada en numerosas ocasiones tanto administrativa como judicialmente.