Redactora de Audiencias en elEconomista.es. Escribo sobre los dos mayores placeres de la vida: comer y viajar. Me gradué en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la Universidad Rey Juan Carlos y cursé un máster en Gestión de Televisión en la Universidad Complutense de Madrid. Escribir, comunicar y compartir me viene desde siempre. Di mis primeros pasos como redactora web en Atresmedia, me puse frente a las cámaras de Telemadrid para intentar hacer la economía más accesible y ahora trabajo para contarte la historia que hay detrás de cada lugar.

Aunque el mundo de la repostería es uno de los más complejos, hay un par de recetas con el que salir airoso y disfrutar de un bocado dulce. Porque sí, hay ocasiones, como en los cumpleaños, en las que buscamos obtener un resultado delicioso, pero desgraciadamente no somos unos maestros pasteleros.

La patata llegó a nuestras vidas en el siglo XVI, tras el descubrimiento de América. Desde entonces, la gran mayoría hemos forjado una verdadera relación de amor, ya que este alimento siempre está presente en nuestra cocina y en una gran variedad de recetas. A día de hoy podemos encontrar en España nada más y nada menos que hasta unas 150 clases de patatas, pero es importante recalcar que no todas valen para lo mismo.

Que la Semana Santa esté a la vuelta de la esquina solo puede significar una cosa: dulces y más dulces. Y, por supuesto, el inicio de la temporada de torrijas. La receta de este postre tradicional ha ido pasando de generación en generación hasta nuestros días. Lo que en un principio comenzó como una receta de aprovechamiento, se ha convertido en todo un símbolo de estos días. Y, por suerte para muchos, cada vez es más común encontrarlo en la carta de diferentes restaurantes y cafeterías fuera de temporada.

Rosas, amarillos, verdes, azules... Si algo bueno tiene la paleta de colores es que es inmensa y nos abre las puertas a la creatividad. A partir de sus diferentes tonalidades, es posible jugar también con otros aspectos como el nivel de saturación o contraste para encontrar el color que estamos buscando. El único problema que se presenta es que al igual que son muchos los colores, también son casi infinitos los nombres se le otorgan. Lo que para unos es un amarillo apagado, para otros podría ser una tonalidad de verde o blanco. El único color en el que no hay duda es en el Azul Klein.

Aunque el mundo de la gastronomía es prácticamente infinito y nos permite jugar con los sabores y los aromas de los ingredientes, hay veces que no nos apetece complicarnos ni lo más mínimo en la cocina. Es es este punto cuando entran en juego aquellas recetas que se preparan en un santiamén y que no necesitan apenas esfuerzo. Porque sí, es posible disfrutar de un plato delicioso pasando pocos minutos frente a los fogones.

Aunque a todos nos gusta ir a un restaurante y probar nuevos platos de la carta, también es posible disfrutar de recetas deliciosas y sabrosas desde la comodidad de nuestra casa. El ejemplo perfecto es esta sopa cremosa de champiñones, repleta de nutrientes y con un sabor excepcional a setas y con un toque a ajo y tomillo.

Si eres un amante de la repostería, lo más seguro es que no pueda faltar en tu despensa la canela. Y la verdad es que no es de extrañar. Esta especia destaca por su sabor dulce y su cálido aroma, que combina a la perfección con una gran lista de postres, infusiones y bebidas. Además, es sabido por todos que posee varios beneficios para la salud: mejora el apetito, alivia el dolor, los trastornos intestinales y desinfecta heridas.

Martín Berasategui es uno de los chefs más reconocidos a nivel nacional e internacional por la calidad de sus elaboraciones de alta cocina. Muy pocos pueden decir que tienen una Estrella Michelín, pero únicamente él puede presumir de ser el cocinero que posee un total de 11 estrellas, junto con los Soles de Repsol. Su primer local, que lleva su nombre, apenas necesita presentaciones. Ubicado en el municipio de Lasarte-Oria, más allá de sus platos, este lugar destaca por su localización privilegiada, en un entorno relajado y con un ambiente de lo más acogedor.

Atrás quedaron los meses de planificación y las largas esperas, que en ocasiones se hacían interminables. Irse de vacaciones es ahora una cosa muy diferente y tan solo hay que mirar a nuestro alrededor para darnos cuenta: más flexibilidad, inmediatez y espontaneidad. Hay quienes se atreven a decir que los mejores planes, o en este caso viajes, son los que surgen de forma improvisada, y podría decirse que muchos se han tomado estas palabras al pie de la letra.