Evasión

La cena rica en proteínas que hago cuando no quiero complicarme: con solo tres ingredientes y en 15 minutos

Fuente: Istock

Aunque el mundo de la gastronomía es prácticamente infinito y nos permite jugar con los sabores y los aromas de los ingredientes, hay veces que no nos apetece complicarnos ni lo más mínimo en la cocina. Es es este punto cuando entran en juego aquellas recetas que se preparan en un santiamén y que no necesitan apenas esfuerzo. Porque sí, es posible disfrutar de un plato delicioso pasando pocos minutos frente a los fogones.

Saciante y nutritiva

Únicamente se necesitan tres ingredientes para disfrutar de este delicioso plato: puerro, huevo y cebolla. Que sean alimentos comunes y que todos tenemos por casa es una de las grandes ventajas de esta receta. Además, también es rica en proteínas, fibra y antioxidantes, por lo que se convierte en una opción perfecta para una cena ligera, pero saciante, y saludable.

Los huevos son una fuente ideal de proteínas, lo que significa que contiene todos los aminoácidos esenciales que nuestro cuerpo necesita. Por su parte, el puerro y la cebolla aportan la jugosidad necesaria y un sabor riquísimo al plato, además de una buena cantidad de fibra, que favorece la digestión.

Incluso, respecto a su contenido calórico, se trata de una receta baja en calorías, por lo que encaja a la perfección con la mayoría de dietas.

huevos revueltos
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El paso a paso

Ingredientes:

  • Cuatro huevos
  • Un puerro grande
  • Dos cebollas grandes
  • Dos cucharadas de aceite de oliva
  • Sal y pimienta al gusto

Preparación:

  1. Lava el puerro y corta en rodajas finas. De la misma manera, corta la cebolla.
  2. En una sartén, añade el aceite de oliva junto con el puerro y la cebolla y pocha a fuego lento durante unos 10-15 minutos.
  3. Mientras, casca los huevos en un bol y bate con una pizca de sal y pimienta.
  4. Cuando la cebolla y el puerro estén tiernos, reduce el fuego e incorpora los huevos batidos.
  5. Remueve suavemente con una espátula a fuego lento para obtener una textura cremosa. Importante, evita que se sequen demasiado.
  6. Cuando estén listos, retira del fuego y sirve solo o acompañado de una tostada de pan.
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