Europa quiere combatir el greenwashing (ecopostureo) en los fondos de inversión. Por eso ESMA (la Autoridad Europea de Valores y Mercados) lanzó hace meses unas directrices para controlar el uso de términos como Sostenible, Climático, ESG o Impacto entre otros, en las denominaciones de los fondos. Estableció en qué deben invertir esos fondos (y en qué proporción), y en qué tipo de empresas no pueden invertir. Estas directrices afectan aproximadamente al 10% de los fondos de la UE, según los cálculos de Sustainable Fitch (la división de sostenibilidad de la agencia de rating Fitch). Este proveedor estima que unos 6.500 fondos europeos incluyen en sus denominaciones palabras como las mencionadas. Y estas nuevas exigencias obligarán a sus gestores a dejar fuera a multitud de petroleras y gasistas que a día de hoy sí están en estas carteras. Visite el portal especializado elEconomista ESG.

Las entidades continúan ajustando a la baja las remuneraciones que ofrecen por los depósitos a plazo fijo, en línea con los recortes de tipos que ha ido ejecutando el Banco Central Europeo. El pasado 17 de octubre, la institución que rige la política monetaria anunciaba el tercero del año, por otros 25 puntos básicos, hasta el 3,25%. Son varios los bancos que en las últimas semanas han ido reduciendo lo que pagan a los ahorradores por depositar su dinero. Los vehículos a 12 meses disponibles en España ofrecen en este momento, de media, un 2,60%, porcentaje similar al que pagan las letras del Tesoro español a este mismo plazo en el mercado secundario.

Oliver Eichmann explica cómo sufrió en 2022 con los tremendos desplomes que experimentó el precio de los bonos, que provocaron pérdidas de doble dígito en las carteras más conservadoras. El panorama ha cambiado mucho desde entonces, y los inversores más cautos llevan muchos meses recuperándose (incluso a pesar del fatídico octubre que ha registrado este activo). Ahora, el viento sopla a favor de los bonos, explica el responsable de Renta Fija de DWS.

Todo parecía ir rodado para los inversores en renta fija. Después de dos años nefastos, en que estos perfiles habían tenido que asumir pérdidas de doble dígito, por fin los precios de los bonos empezaban a subir y las carteras comenzaban a recuperarse. Todas las categorías de deuda se habían puesto ya en positivo en el ejercicio, al calor de la llegada de los tan esperados recortes de tipos por parte de los bancos centrales… Hasta que llegó octubre.

Las gestoras españolas son más propensas que las internacionales a dejar fuera de sus fondos sostenibles a sectores controvertidos. Al menos, eso se desprende del Estudio Anual Spainsif 2024, que analiza el avance de la inversión en base a criterios ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ESG) en este país y que se ha presentado este martes en Madrid. Las exclusiones más habituales en los fondos de inversión responsable tienen que ver con las denominadas armas controvertidas, como las bombas de racimo (que liberan multitud de pequeñas bombas al abrirse y están prohibidas en más de 100 países), o las minas antipersona (que se camuflan en el suelo y se activan al ser pisadas, y que también han vetado más de 100 estados). Más del 80% de las gestoras, tanto españolas como internacionales, coinciden al dejarlas fuera de sus carteras. Sin embargo, en lo que se refiere a las armas de manera general, no hay tanto acuerdo: un 56% de las gestoras españolas las excluyen de sus fondos sostenibles, frente a un 20% de las firmas internacionales. Visite el portal especializado elEconomista ESG.

No corren los mejores tiempos para la inversión ESG, aquella que aplica criterios ambientales, sociales y de gobierno corporativo. Estados Unidos vive una auténtica ola anti-sostenibilidad, que ha llevado a las gestoras a ocultar sus iniciativas verdes (lo que se llama green hushing o silencio verde). La situación podría incluso recrudecerse en el caso de que Donald Trump se impusiese en las elecciones presidenciales del próximo 5 de noviembre, dada la abierta postura anti ESG del candidato republicano. En Europa, el engranaje regulatorio para las finanzas verdes sigue presionando a los fondos de inversión. Y, en lo que respecta a las cotizaciones, 2024 también está golpeando a las empresas vinculadas a las energías limpias, que se comportan en el parqué mucho peor que las petroleras. Visite elEconomista ESG, el portal verde de elEconomista.es.

El high yield es la categoría de deuda que más ganancias arroja para el inversor en 2024. Los bonos globales de alto rendimiento se revalorizan un 8,7% en lo que llevamos de año, tal y como muestra el índice Bloomberg Global High Yield. Este subidón contrasta con el tímido 0,5% que repunta su homólogo para la deuda 'estándar' (el Bloomberg Global Aggregate, representativo de una cesta de deuda global con grado de inversión).

Iberdrola ha colocado este jueves un bono verde por 500 millones de libras esterlinas (unos 600 millones de euros), en la que es la mayor emisión de deuda sostenible en libras de toda su historia, junto con la realizada en 2009 por el mismo importe. Se trata de una emisión a 12 años que ha recibido una demanda de 2.000 millones de libras (en euros, unos 2.400 millones). Este interés por parte de los inversores ha permitido a la compañía abaratar la emisión, cuyo coste ha pasado de situarse inicialmente en un rango de 120-125 puntos básicos sobre el tipo de interés de referencia, hasta quedarse en un diferencial de 95-100 puntos básicos. Los bancos colocadores han sido Barclays, HSBC, Goldman Sachs y NatWest.

Alrededor del 80% de los consumidores europeos comenzó a comprar productos sostenibles hace menos de cinco años y el 57% planea gastar más en estos productos en el futuro. Así lo revela un informe de la consultora Bain & Co, que concluye que son los consumidores europeos más jóvenes y con mayor poder adquisitivo los más propensos a aumentar su gasto en este tipo de productos. El 65% de los miembros de la Generación Z (nacidos a finales de la década de 1990 e inicio de los 2000) espera incrementar su inversión en sostenibilidad, en comparación con el 53% de los baby boomers. Y el 63% de los consumidores con altos ingresos planea gastar más en productos sostenibles, frente al 49% de los que tienen ingresos más bajos. Visite elEconomista ESG, el portal verde de elEconomista.es.

Las entidades siguen ajustando los intereses que ofrecen sus depósitos a plazo fijo, a medida que el Banco Central Europeo (BCE) avanza en la senda de las bajadas de tipos. El pasado 17 de octubre, la institución responsable de la política monetaria anunció su tercer recorte del precio de dinero de 2024, de nuevo por 25 puntos básicos.