Europa quiere combatir el greenwashing (ecopostureo) en los fondos de inversión. Por eso ESMA (la Autoridad Europea de Valores y Mercados) lanzó hace meses unas directrices para controlar el uso de términos como Sostenible, Climático, ESG o Impacto entre otros, en las denominaciones de los fondos. Estableció en qué deben invertir esos fondos (y en qué proporción), y en qué tipo de empresas no pueden invertir. Estas directrices afectan aproximadamente al 10% de los fondos de la UE, según los cálculos de Sustainable Fitch (la división de sostenibilidad de la agencia de rating Fitch). Este proveedor estima que unos 6.500 fondos europeos incluyen en sus denominaciones palabras como las mencionadas. Y estas nuevas exigencias obligarán a sus gestores a dejar fuera a multitud de petroleras y gasistas que a día de hoy sí están en estas carteras. Visite el portal especializado elEconomista ESG.