Subidas salariales, sí; pero con cabeza. Con esta receta respondía el reelegido presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, al renovado síntoma de populismo salarial que infecta las políticas marcadamente electoralistas del presidente Pedro Sánchez y su ministra Yolanda Díaz, más preocupados por revertir la caída que les auguran las encuestas que por trabajar para recuperar la senda de crecimiento de la economía española y solucionar los problemas de pobreza, inflación, pérdida de poder adquisitivo y deterioro del estado de bienestar que sufren los ciudadanos españoles.