Análisis
Ahorrar para la jubilación es una práctica virtuosa de enormes implicaciones positivas para toda la sociedad. Quienes ahorran contribuyen decisivamente para su propio bienestar y también para el bienestar de quienes no ahorran. El ahorro es el combustible de la financiación de la economía, de su crecimiento y de sus agentes productivos, las empresas. Sin el crédito no sería posible el funcionamiento cotidiano de los negocios, ni el mismo emprendimiento. Si el ahorro es estable y a largo plazo, el impulso al crecimiento es aún mayor, generando una cadena de rendimientos adicionales que refuerzan el bienestar de los propios ahorradores y sosteniendo el dinamismo de la inversión, la demanda agregada y el empleo en la economía.