Estudio Morningstar
Los fondos de gestión activa justifican su existencia con la promesa de batir a un determinado índice de referencia en términos de rentabilidad ajustada al riesgo y después de comisiones. Con este objetivo de hacerlo mejor que el benchmark, un fondo de gestión activa debe necesariamente desviarse de él. Esta verdad de sentido común está a la base del concepto de active share. Desarrollado por Martijn Cremers y Antti Petajisto en 2006, ha adquirido cada vez más popularidad entre la comunidad inversora en la medida en que proporciona un método claro y conciso para medir el nivel de gestión activa de un determinado fondo de inversión.