El expresidente de BBVA, Francisco González, utilizó en 2017 un informe falso del excomisario Villarejo sobre una supuesta amenaza de asesinato para que el banco le pagara un servicio de 16 escoltas: catorce para él y dos más para su mujer. Según las fuentes consultadas por este periódico, el coste total del servicio ascendía a dos millones de euros anuales. El BBVA sigue pagando la seguridad de González, aunque el número de escoltas que utiliza ahora su expresidente sería algo menor. En una Junta de Accionistas de 2021, el actual presidente de la entidad, Carlos Torres, admitió ante una pregunta de los presentes que la entidad le abonaba la seguridad porque así estaba establecido por contrato, pero que no hacía frente a ningún otro tipo de coste.