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La CNMV tendrá que rechazar la opa de Magyar Vagon sobre Talgo tras el veto del Gobierno

  • La oferta no se puede aprobar sin la autorización previa del Gobierno
  • Si el supervisor espera a los recursos, la oferta podría quedar años en vía muerta
Trenes de Talgo

La opa que Magyar Vagon ha lanzado sobre Talgo no podrá salir adelante. Aunque la compañía húngara ha decidido plantar cara al veto del Gobierno y seguir adelante con la oferta, la ley impide que la CNMV pueda aprobarla. El artículo 26.2 del Real Decreto 1066/2007, sobre el régimen de las ofertas públicas de adquisición de valores deja muy claro que "la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) no autorizará la oferta hasta que no se le acredite la obtención de la correspondiente autorización, no oposición, o simple notificación, salvo que hayan transcurrido los plazos para entender que la autorización se ha concedido por silencio administrativo".

Magyar Vagon tiene la intención de emprender una batalla legal, pero si la CNMV espera a que los recursos se decidan, podrían pasar años con la opa paralizada, con el consiguiente daño para Talgo, al no poder contemplar otras alternativas para ampliar su capacidad industrial. Tanto el fabricante español como sus accionistas se quedarían así sin ninguna capacidad de maniobra, por lo que todo indica que la oferta será rechazada. En cualquier caso, el supervisor no tiene todavía ninguna notificación oficial sobre la decisión que pueda adoptar el grupo húngaro, por lo que esperará a pronunciarse hasta contar con ella. Por el momento, Magyar Vagon está centrada en la actuación legal y no tiene previsto, al menos a corto plazo, envíar ninguna notificación al respecto ya que entiende que tras el veto la opa no sigue adelante. Hay que tener en cuenta, en cualquier caso, que si Magyar Vagon recurre, eso no impide que pueda presentarse una contraopa o que Talgo pueda negociar incluso un acuerdo de fusión, tal y como ha planteado la compañía checa Skoda.

El Gobierno vetó la oferta tras los informes del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) que advertían de un riesgo para "la seguridad nacional" por la conexión rusa de Magyar Vagon. Para el CNI resultó clave que el primer acercamiento a la empresa española llegara del fabricante ferroviario DJJ, que hasta 2022 estaba controlado por capital ruso y que tras la invasión de Ucrania pasó a manos de Magyar Vagon. Al margen de que tras la opa lanzada ahora hay varios directivos estrechamente ligados al Gobierno de Orbán, que no ha dudado en defender en varias ocasiones públicamente a Putin, hay que tener en cuenta que la oferta está respaldada además por el fondo estatal Corvinus, que ignoró las sanciones para apoyar al banco ruso International Investment Bank (IIB).

La oferta

Ganz-MaVag ofreció 5 euros por acción, hasta un total de 619 millones, para hacerse por el 100% del fabricante de trenes español. Pero la operación requería del visto bueno del Gobierno al superar los 500 millones, una aprobación que nunca fue del agrado de Moncloa dados los vínculos existentes entre el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, y el mandatario ruso Vladimir Putin. Ante la previsión de que Magyar Vagon podría recurrir, el Gobierno defiende que "Talgo es una empresa estratégica dentro de un sector clave para la seguridad económica, la cohesión territorial y el desarrollo industrial de España". También justifican la negativa a la autorización " en aplicación de la normativa vigente en nuestro país en materia de control de inversiones exteriores y con pleno respeto al Derecho comunitario y las competencias de la UE sobre inversiones extranjeras directas, protección del mercado interior y la libre circulación de capitales". La decisión, según dicen, es "inapelable".

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