
El Gobienro suaviza las condiciones para acceder a la segunda convocatoria del Perte agroalimentario, por un importe total de 100 millones de euros.
Ante el fracaso de la primera en marzo del año pasado, que se ha saldado con el reparto de solo 180 millones de los 1.000 millones previstos; un impacto en la economía de 700 millones sobre los 3.000 millones anunciados y la creación de solo 2.700 de los 16.000 nuevos puestos de trabajo que se habían proyectado, el Gobierno ha decidido tomar medidas para facilitar el acceso a los programas, especialmente por parte de las pequeñas y medianas empresas.
Manuel Mestre, director de Ayudas de la consultora Ayming, explica que "mientras que la primera convocatoria se se caracterizó por un enfoque más amplio, abarcando toda la cadena de valor del sector agroindustrial, la segunda se centra más específicamente en la industria agroalimentaria, con un énfasis particular en la sostenibilidad y la digitalización, simplificando el proceso de solicitud con un diseño que facilita el acceso a las pymes".

Previo a la consulta pública, las condiciones sin embargo de la convocatoria era mucho más altas. Así, por ejemplo, en proyectos de investigación industrial, desarrollo experimental o innovación en materia de organización se pedían inicialmente 1,5 millones para las grandes empresas y 800.000 euros para las medianas y pequeñas y, finalmente, la exigencia se ha reducido a 800.000 euros en el primer caso y 500.000 en el segundo.
Asimismo, en temas de eficiencia energética o protección del medio ambiente en un principio el presupuesto mínimo era un millón de euros para la gran empresa y de 400.000 euros para las pymes, pero ahora ha quedado reducido a 400.000 euros en el primer caso y 200.000 euros en el segundo. En el caso de inversión orgánicas específica para las pymes, Manuel Mestre recuerda que inicialmente se exigía asimismo un mínimo inicialmente de 400.000 euros y al final ha quedado reducido a la mitad, a tan solo 200.000 euros.
Diferencias
El director de Ayudas de Ayming detalla, no obstante, que más allá de suavizar las condiciones de las ayudas, que son en su totalidad a fondo perdido, esta segunda convocatoria del Perte agroalimentario trae consigo modificaciones muy significativas respecto a la primera. "Al margen del presupuesto, que ahora es de 100 millones y antes era de 1.000 millones de euros, el objetivo principal en esta ocasión es del fortalecimiento de la industria agroalimentaria y la mejora de los procesos productivos, mientras que antes lo que se perseguía era la transofrmación de la cadena de valor en su conjunto, algo mucho más complejo", según dice.
Al margen de los objetivos de sostenibilidad y transformación digital, la primera convocatoria marcaba como un objetivo transversal el reto demo gráfico, mientras que ahora no queda especificado en los resultados de búsqueda. Y del mismo modo también, mientras que las ayudas lanzadas en el plan del año pasado los criterios de selección se basaban en una concurrencia competitiva, ahora ya no es así. "El primero que llegue y solicite las ayudas es el que se lo lleva", asegura.