Ignacio Nart
Por fin he podido estrenar mi flamante pasaporte catalán. Qué satisfacción cuando en la aduana de la estación de Atocha me he dirigido a la cola de los no comunitarios y he podido exhibir mi pasaporte cuatribarrado. Me desplazo a Madrid para agilizar unos trámites de aduanas que nos permitan exportar a España nuestra producción de cárnicos de la comarca de Vic.