La crisis sanitaria desatada por el coronavirus tampoco dejará indemne a la Seguridad Social. El organismo encargado de pagar las pensiones en nuestro país está en el centro de buena parte de las medidas impulsadas por el Gobierno en su plan económico de choque contra el virus. Si bien es cierto que el sistema no es el nivel administrativo más saneado desde el punto de vista financiero, sí que se trata de la principal palanca de sostenimiento del mercado laboral en los momentos de crisis al ofrecer reducciones en las cotizaciones de empresarios y trabajadores, a pesar de que ello repercute directamente en su capacidad recaudadora y puede tensionar aún más las ya maltrechas cuentas de la Seguridad Social, que asume déficits anuales cercanos a los 18.000 millones de euros.
El superávit del sector servicios aumentó un 7% en el cuarto trimestre de 2019 en relación al mismo periodo de 2018, hasta situarse en 6.810,1 millones de euros, según la Encuesta de Comercio Internacional de Servicios publicada por el INE. Este resultado es consecuencia de un aumento interanual de las exportaciones del 10,9%, hasta los 20.815,6 millones de euros, frente a un repunte de las importaciones del 12,9%, hasta totalizar 14.005,5 millones de euros.
Antes del azote de la crisis sanitaria a las estructuras productivas del mundo occidental, el mercado de trabajo español ya encaraba un año de pocas celebraciones si se compara con el desempeño ofrecido en los últimos ejercicios. Así, al margen de las proyecciones que aventuran una menor creación de puestos de trabajo en nuestro país para los próximos meses, se suman el análisis elaborado por el Banco de España, publicado este lunes, en el que se da cuenta de una desaceleración del empleo en las compañías no financieras de nuestro país, y más allá, un frenazo en la contratación por parte de las grandes compañías, en mínimos desde 2017, con un incremento del 0,8% en 2019 respecto al año anterior -nivel bastante inferior al 1,4% de aumento registrado en el ejercicio anterior-.
El coste laboral medio por trabajador y mes (que incluye las remuneraciones y las cotizaciones sociales) ascendió a 2.755,15 euros en el cuarto trimestre de 2019, lo que supone un repunte del 2,3% respecto al mismo periodo de 2018, según los datos publicados este martes el Instituto Nacional de Estadística (INE). Un repunte que supone el décimo trimestre al alza –los últimos cuatro por encima del 2%- del indicador de costes para las empresas y que, más allá, se trata del mayor repunte en un cuarto trimestre de los últimos diez años, de modo que habría que ir al final del año 2009 para observar un repunte mayor al experimentado en el último trimestre del pasado ejercicio, cuando el alza fue del 2,5%.
Las pymes reclaman a la Administración Pública 7.300 millones en deudas de 2019
El aumento, cercano al 2%, estaba prevista su aprobación en el Consejo de Ministros de hoyEl Ejecutivo pierde uno de los acicates de los ingresos para el pago de las pensiones públicas
Las empresas viven con incertidumbre el estado de alarma impuesto por el Gobierno de España que ha echado el freno de mano a la actividad productiva de nuestro país. Todos los expertos y organismos internacionales cuentan con un impacto negativo de la crisis sanitaria provocada por el coronavirus para este año, aunque de prolongarse la situación el golpe podría ser definitivo para muchos negocios, que ante la falta de liquidez en las empresas se pueden ver ahogados entre impagos y deudas no cobradas, en una situación parecida a lo ocurrido en la crisis de 2008. De ello advirtió ayer la Plataforma Multisectorial contra la Morosidad (PMcM) en un comunicado en el que pedía al Ejecutivo medidas para garantizar la cadena de pagos entre las empresas.