Política Monetaria
Reino Unido puede prepararse para un amargo cocktail de anemia salarial, inflación al alza y subida de tipos, en un contexto en el que el crecimiento será menor del anticipado hace apenas tres meses. El diagnóstico del Banco de Inglaterra (BoE) transcurrido poco más de un año del referéndum que certificó la salida de la Unión Europea habrá agriado el verano al británico medio, que hasta ahora ha intentado sortear a golpe de crédito el impacto que la votación ha provocado sobre los estándares de vida. Solo en los últimos doce meses el préstamo personal ha crecido un 10%, peligrosamente por encima tanto de la mejora de los sueldos, como de la del PIB.