Irlanda ha logrado por fin cerrar el círculo de su recuperación con el primer presupuesto que evita la austeridad como ingrediente principal. A punto de cumplirse un lustro de su bajada a los infiernos del rescate, el Tigre Celta vuelve a rugir con el crecimiento más acelerado del continente por segundo año consecutivo.
Reino Unido observa con relativa tranquilidad la desaceleración de las economías emergentes y descarta efectos sobre una recuperación cada vez más consolidada. Aunque la resaca de la crisis se notó más y por más tiempo en las estadísticas británicas, las estimaciones del Gobierno, compartidas por la OCDE y FMI, pronostican este año el crecimiento más robusto del G-7, repitiendo los hitos de 2013 y 2014.
Escocia hace acto de contrición en el primer aniversario del referéndum que a punto estuvo de cambiar para siempre el mapa de Reino Unido. Con el nacionalismo en el pico máximo de su popularidad, la ciudadanía de la franja septentrional rememora cómo aquel 18 de septiembre de 2014 dijo no a la ruptura de una sociedad de más de 300 años de antigüedad.
La Reserva Federal afronta esta semana la primera gran prueba de fuego para la fortaleza de la recuperación de Estados Unidos y su peso sobre la estabilidad global. Las especulaciones en torno a que la de septiembre sería la reunión que marcaría la primera subida de tipos desde 2006 han dado paso a un ambiente de reticencia contagiosa.
La elección del nuevo líder del Partido Laborista británico ha añadido a Reino Unido a la lista de países europeos en los que ha irrumpido una corriente que desafía las convenciones del tradicionalismo político. Una candidatura de base más popular y propuestas que cuestionan la vigencia del pensamiento neoliberal que venía dominando en las últimas décadas, han convertido el fenómeno de Jeremy Corbyn en una realidad impensable hace semanas, cuando este veterano parlamentario decidió unirse a la carrera por la sucesión con el único objetivo de ampliar el debate ideológico de una formación en búsqueda de identidad tras dos derrotas consecutivas en las urnas.
El Banco de Inglaterra (BoE, en sus siglas en inglés) mantiene la cautela ante la incertidumbre de la economía global y, frente a las especulaciones sobre una inminente subida de tipos al otro lado del Atlántico, Reino Unido mantiene los intereses en el mínimo histórico del medio punto en el que llevan desde marzo de 2009.
El Laborismo británico se encuentra en una encrucijada con implicaciones sin precedentes para la política de Reino Unido. El partido afronta esta semana la batalla final por un liderazgo que ha generado uno de los cuestionamientos ideológicos más profundos que se recuerdan en la izquierda de la democracia decana del continente.
El ministro del Tesoro británico ha confirmado ante Europa sus credenciales como hombre fuerte del Gabinete monocolor que las generales de mayo dejaron en Reino Unido. George Osborne ha asumido ya el rol especial encomendado por David Cameron como responsable jefe de la estrategia de negociación del estatus británico en la Unión Europea, la misma que debería desembocar en una reconfiguración con magnetismo suficiente para que el Gobierno pueda abogar por el 'sí' en el referéndum sobre la permanencia prometido por el primer ministro durante la campaña electoral.
El ministro del Tesoro británico ha decidido adentrarse en territorio desconocido para reducir el impacto que los recortes en materia de Bienestar tendrán sobre los trabajadores menos remunerados.