Intervención del Popular
Cuando las 1.600 sucursales del Popular levantaron la persianilla el miércoles día 7, regado con la liquidez y marchamo de solidez del Santander, ningún cliente sabía que doce horas atrás estuvo apunto de fenecer por ahogo. Salvar al sexto banco del atolladero supuso movilizar a todas las autoridades con competencia: supervisores -Banco de España y el mecanismo europeo del BCE (Mur)-, juntas de resolución (SRB y su brazo nacional Frob), gobiernos -Comisión Europea y Ministerio de Economía-, bancos competidores y a su vasto ejército de consultores y asesores desde primera hora de la tarde del día 6 hasta su adjudicación al Santander en la madrugada del día siguiente.