Redactor de Empresas y Motor. He pasado por Europa Press y El País en Madrid, y he trabajado en El Financiero Bloomberg y MVS Radio en Ciudad de México. También he escrito para Cinco Días y El Periódico. Especialista en información económica por la Universidad Nebrija y Máster de Periodismo UAM-El País.

Tesla ha querido alcanzar un nuevo hito, aunque no a través de sus productos o coches eléctricos. El fabricante ha propuesto pagarle a su CEO, Elon Musk, un paquete salarial sin precedentes, de 1 billón de dólares (855.702 millones de euros) a cambio de que el magnate sudafricano se centre en la compañía, que ha estado experimentando altibajos en los últimos meses.

Las marcas de grupo Chery, Omoda y Jaecoo, están conquistando el mercado español. En lo que va de año hasta agosto, ambas han matriculado 14.133 unidades, solo 48 por debajo de BYD, que cuenta con más modelos a la venta y más años en el país, y están por encima de Lynk & Co (Geely); aunque todavía se sitúan unas 17.000 por debajo de MG (SAIC Motor). Aun así, en el segundo año desde su lanzamiento, desde la compañía mantienen el optimismo y ven una tendencia al alza: "creemos que podemos ser el top 1 de las marcas chinas en España", ha afirmado el CEO global de las firmas, Shawn Xu.

Toyota sigue de cerca los pasos de Kia y otros fabricantes asiáticos que han comenzado a trasladar su producción de vehículos eléctricos a Europa. El mayor fabricante de automóviles del mundo por volumen de venta ha anunciado este miércoles la producción de su primer vehículo eléctrico en Europa en su planta de Kolin en República Checa, la cual contará con inyecciones de capital por 680 millones de euros.

La incertidumbre que ha provocado la política arancelaria del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha pasado factura a las dos empresas españolas proveedoras de automoción que tienen en Norteamérica su segundo mercado más importante por ingresos. Tanto CIE Automotive como Gestamp redujeron en 177,8 millones de euros en conjunto su cifra de negocios en la región durante el primer semestre del año, esto es un 9,2% interanual menos, debido a una baja demanda y producción en la región, así como los efectos del tipo de cambio.

Las marcas de automóviles de lujo en España están manteniendo un buen año a pesar de un crecimiento dispar entre ellas. Firmas reconocidas como Ferrari, McLaren o Lamborghini han multiplicado sus matriculaciones entre enero y agosto de este año, respecto al mismo periodo del año anterior, con lo que se montan a la ola de crecimiento que vive el mercado español del automóvil. Así, estos turismos han crecido un 4,7% en lo que va de este año, hasta las 14.095 unidades.

España comienza a acercarse mes a mes a sus pares europeos en el tema de electrificación. Los turismos y todoterreno 100% eléctricos (BEV) e híbridos enchufables (PHEV) son ya una cuarta parte del total del mercado español y tiran del carro en un mes comúnmente flojos por el periodo estival. Este impulso ha venido de la mano de los dos grandes fabricantes de coches eléctricos: Tesla y BYD que multiplican sus ventas el mes pasado, haciendo que los estos turismos lleguen a ser el 11,6% de las matriculaciones en el país.

François Provost ha dado una sacudida a la gestión de Renault y ha hecho cambios en el equipo directivo del grupo, a la vez que Denis Le Vot, CEO de la marca Dacia, deja la empresa y será sustituido por Katrin Adt. Además, el CEO de la marca Renault, Fabrice Cambolive asume la supervisión de ambas enseñas del fabricante como Chief Growth Officer (director de crecimiento).

Los grandes fabricantes europeos de automóviles, que dependen en gran medida de sus exportaciones a Estados Unidos, han recibido un respiro esta semana: Bruselas ha dado los primeros pasos para lograr una rebaja de los aranceles a la importación de coches, que pasarían del 27,5% al 15%, en línea con lo pactado en el último acuerdo entre Donald Trump y la Unión Europea.

España se queda rezagada en la recaudación fiscal ligada al automóvil. Con apenas 1.295 euros de impuestos por vehículo al año, el país se sitúa en la penúltima posición de Europa, solo por delante de Grecia (1.132 euros). La presión impositiva sobre el coche en el mercado español está 605 euros por debajo de la media de los grandes países de la UE, lo que refleja el amplio margen que tiene Hacienda para acercarse a sus pares europeos.