
Toyota sigue de cerca los pasos de Kia y otros fabricantes asiáticos que han comenzado a trasladar su producción de vehículos eléctricos a Europa. El mayor fabricante de automóviles del mundo por volumen de venta ha anunciado este miércoles la producción de su primer vehículo eléctrico en Europa en su planta de Kolin en República Checa, la cual contará con inyecciones de capital por 680 millones de euros.
El fabricante ha anunciado que la fabricación de este nuevo modelo implicará que su planta checa se amplíe de 152.000 a 173.000 metros cuadrados para adaptarse a la producción de este nuevo modelo eléctrico, del cual no ha dado más detalles, pero que incluirá nuevos talleres de pintura y soldadura.
Para la República Checa este es un anuncio importante, sobre todo cuando varios mercados europeos están a la caza de inversiones millonarias con las que asegurar la continuidad de sus fábricas con nuevas tecnologías que puedan que a la vez generen empleo en sus países. Es por eso, que dentro de esta inversión millonaria están incluidos hasta 64 millones de euros que el Gobierno checo han destinado específicamente a un centro de ensamblaje de baterías.
Asimismo, para el fabricante nipón este es un nuevo paso hacia la electrificación. Hasta ahora el grupo había sido reacio a entrar de lleno en los vehículos de baterías y había optado por dotar a la mayoría de sus modelos con tecnologías de transición como las híbridas (enchufables y no enchufables), sobre todo ante la popularidad de estas en el mercado europeo. De hecho, en lo que va de año, los híbridos no enchufables son la motorización preferida por los consumidores europeos, con una cuota del 41% en lo que va de año hasta julio, según datos de la patrona europea de fabricantes de automóviles, ACEA.
Toyota produce sus modelos Aygo X Cross y el Toyota Yaris híbrido en su planta de República Checa, donde mantiene una capacidad de 220.000 vehículos al año. Por lo que la introducción de un vehículo eléctrico va a aumentar el potencial de capacidad de la planta, así como su estrategia multitecnología, indica la compañía. El grupo nipón tiene más de dos décadas en el país centroeuropeo y ha producido más de 4,5 millones de vehículos en esta fábrica.
Una inversión de 1.320 millones
El centro de Toyota en República Checa, es uno de los más importantes del grupo fuera de Japón, recibió el encargo de fabricar el Aygo en 2022. La planta es uno de los principales empleadores de la región de Bohemia Central, con una fuerza laboral de unos 3.200 trabajadores y el 65 % del suministro de sus componentes provienen de esta planta.
En total, Toyota ha invertido en su planta centroeuropea 1.320 millones de euros. La acometida más grande la realizó el fabricante entre 2002 y 2005 por 1.069 millones para arrancar una nueva planta. Y entre 2020 y 2024, aumentó su capacidad para alojar la producción del Yaris y el Aygo X Cross, por 251 millones. La fábrica suministra vehículos a los concesionarios Toyota y Lexus de Alemania, Austria, Polonia, Eslovaquia, Hungría y la República Checa.