
La incertidumbre que ha provocado la política arancelaria del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha pasado factura a las dos empresas españolas proveedoras de automoción que tienen en Norteamérica su segundo mercado más importante por ingresos. Tanto CIE Automotive como Gestamp redujeron en 177,8 millones de euros en conjunto su cifra de negocios en la región durante el primer semestre del año, esto es un 9,2% interanual menos, debido a una baja demanda y producción en la región, así como los efectos del tipo de cambio.
En concreto, CIE Automotive registró una cifra de negocio de 599,77 millones de euros en el primer semestre de 2025 en la región de Norteamérica, que comprende las sociedades del grupo situadas en México y Estados Unidos, esto es un 5,27% menos que en el mismo periodo del año anterior. Fuentes de la compañía achacan esta disminución a que el mercado de vehículos en Norteamérica decreció un 4,2% en la primera mitad de año.
Aunque la empresa vasca defiende que al tener una producción local en México y Estados Unidos no recibe un impacto directo de los aranceles que Donald Trump impuso del 27,5% a las importaciones de vehículos y componentes del automóvil, señalan que "aún es pronto para valorar el impacto indirecto" de esta política comercial, ya que dependerá de la respuesta y estrategia de los fabricantes.
CIE Automotive, que acaba de cerrar esta semana la compra por 65 millones de su filial brasileña, cuenta con una planta en México en la que realiza fundición a presión de aluminio, forja, estampación de metal y conformado de tubos, plástico y sistemas de techos, a través de la sociedad GAT México. Mientras que en sus instalaciones en Estados Unidos, donde produce componentes de plástico y mecanizado, los gestiona a través de su filial Somaschini North América.
Con todo, el grupo dirigido por Jesús María Herrera, obtuvo un beneficio bruto de explotación (ebitda) de 118,48 millones de euros en el primer semestre del año en su mercado de Norteamérica, esto es un 0,3% más que en el mismo periodo del año anterior, mientras el beneficio de explotación se redujo un 1,6%, a los 89,34 millones.
Los ingresos de Gestamp caen un 11% en Norteamérica
Por su parte, Gestamp registró 1.149,28 millones de euros en ingresos en el mercado de Norteamérica durante el primer semestre de 2025, esto es 11,2% menos que en el mismo período del año anterior. Al igual que CIE, su negocio en la región se concentra en México y Estados Unidos.
Asimismo, en este periodo, en el que el grupo presidido por Francisco J. Riberas firmó un acuerdo con Santander en el que el banco da respaldo financiero por 245 millones a cambio de entrar en cuatro filiales inmobiliarias, redujo en Norteamérica su ebitda, pasado de los 73,95 millones a los 71,61 millones, un 3,2% interanual menos. Fuentes de la compañía, no obstante, señalan que se encuentra ejecutando su Plan Phoenix, que busca incrementar la rentabilidad de la región NAFTA, la cual es prioritaria para Gestamp y equipararla con el resto de mercados en los que opera.
Así, las iniciativas que la compañía ha puesto en marcha están enfocadas en elevar la eficiencia, por lo que su ratio de rentabilidad cerró en el 7,1% a junio, unos 0,5 puntos más. Además, desde la compañía aseguran que han seguido acercándose al objetivo de rentabilidad marcado para 2025, que se sitúa en el 8%, ya que solo en el trimestre estanco entre abril y junio esta cifra alcanzó el 7,7%.

"En el actual contexto del sector, nos hemos anticipado con iniciativas encaminadas a optimizar nuestra eficiencia y que permiten que sigamos garantizando la competitividad de Gestamp", comentan a elEconomista.es. Asimismo, la empresa redujo su producción en este mercado, un 4,1% en comparación con el mismo periodo del ejercicio pasado. En concreto, concentrando una reducción en Estados Unidos del 5,3%, mientas que con su filial en México se estancó subiendo un 0,4%.
La demanda en Norteamérica se contrae
A pesar de que Estados Unidos comienza a firmar acuerdos con otros países para rebajar las tasas que ha impuesto a las importaciones, los mensajes contradictorios del presidente, sumado a la inflación y otros factores macroeconómicos, han creado un clima de incertidumbre en el país y en la región que ha afectado al mercado de automóviles.
Estados Unidos, México y Canadá, mantienen un acuerdo comercial a través del T-MEC. Sin embargo, el mandatario ha aplicado políticas comerciales distintas a sus dos vecinos. Y aunque ha respetado este pacto y ha excepciones a los bienes contemplados en el acuerdo, con la presidenta mexicana acordó una pausa de 90 días a las tasas de su país, mientras que con el Gobierno canadiense se ha mostrado más duro y ha colocado los gravámenes hasta el 50% en el caso del acero y aluminio.
En este panorama, las ventas de vehículos en Norteamérica se han contraído hasta agosto un 5,26% interanual, según los datos de S&P Global Mobility, que toman en cuenta el mercado estadounidense y mexicano de automóviles.
En Estados Unidos, el volumen de demanda ha caído un 6,37%, hasta los, 1,37 millones de unidades. Aun así, en las perspectivas de producción en Norteamérica, la firma ha aumentado el pronóstico en 87.000 unidades para 2025, "lo que refleja una sólida planificación de la producción". No obstante, advierte de que, a pesar de esta fortaleza a corto plazo, "persisten las preocupaciones sobre la sostenibilidad, ya que la demanda podría desacelerarse debido al traslado de los aranceles a los consumidores".
En este contexto de volatilidad, ambas compañías reducen su cifra de facturación global. Gestamp ingresó 5.844 millones de euros en 2025, un 4,8% menos que en el mismo periodo del año anterior. Por su parte, CIE Automotive anotó unos ingresos por 2.000 millones de euros entre todos sus mercados, un 3% interanual menos.