Economía

La UE y EEUU pactan un arancel máximo del 15% a las exportaciones europeas de coches

  • Establece como condición que Europa elimine los gravámenes a los productos industriales norteamericanos
  • Los medicamentos genéricos y los aviones se encuentran en la lista de excepciones
  • Bruselas no ha conseguido rebajar la tasa del 15% para vinos y bebidas destiladas
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Ha llevado tiempo, pero tras semanas de intensas negociaciones a nivel político y técnico, finalmente, Estados Unidos y la Unión Europea han zanjado los últimos flecos del acuerdo sellado a finales de julio entre el jefe de la Casa Blanca, Donald Trump y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. El pacto fijaba un arancel máximo a las importaciones de productos europeos del 15%, un paraguas que abarcará también las exportaciones comunitarias de coches y componentes del sector de automoción, uno de los puntos que estaba en el aire.

"Hemos cruzado la meta. Publicamos una declaración conjunta que es justa, equilibrada y mutuamente beneficiosa a nivel comercial", ha indicado en rueda de prensa el comisario de Comercio, Maros Sefcovic. A su juicio se trata de un pacto con "un gran impacto en un momento en el que el escenario comercial ha cambiado por completo".

Uno de los aspectos más sensibles del acuerdo era la tasa que se aplicará finalmente a las importaciones de vehículos. Finalmente, la tasa para las exportaciones comunitarias de coches y componentes del sector de la automoción será del 15%, explicaba el responsable comunitario de Comercio. Pero viene con una condición, se aplicará solo después de que la UE introduzca formalmente una legislación para "eliminar los aranceles sobre todos los productos industriales estadounidenses". La UE aplica, actualmente, una tasa del 10 % a las importaciones de automóviles.

Ayudará "a la industria automovilística a seguir siendo competitiva", aseguraba Sefcovic. Cabe considerar que se rebaja el gravamen para los coches desde el 27,5% que EEUU aplicaba anteriormente, desde que anunció a principios de año un gravamen del 25% al sector de la automoción.

El bloque ampliará el acceso al mercado para los productos agrícolas estadounidenses que no se consideren sensibles para su propio mercado. Por su parte, Estados Unidos se compromete a eximir al sector aeronáutico y de componentes de aviones, a los que se aplicará un arancel reducido. También se incluye en la lista de excepciones el corcho y los medicamentos genéricos, y se aplicará a esas importaciones tal solo la tasa de importación de nación más favorecida.

No se ha conseguido, por el momento, la ambicionada excepción para los vinos y las bebidas destiladas. Un reclamo por el que ha venido presionando Francia. "Era uno de los intereses de la UE", ha asegurado Sefcovic. "No hemos tenido éxito en este sector", ha agregado, si bien ha afirmado que EEUU es consciente del interés de la UE y se incluye en la lista de sectores que pueden ser revisados a la baja en el futuro.

La declaración conjunta, siguiendo lo pactado en julio, fija una tasa máxima del 15% para las exportaciones comunitarias al mercado estadounidense. En este sentido, el comisario eslovaco ha subrayado que se trata del "mejor acuerdo posible" porque esa 15% no incluye ningún gravamen adicional. Se refiere la tasa que se aplica a las naciones más favorecidas (MFN, por sus siglas en inglés), es decir, no habría que sumar un porcentaje adicional a las importaciones de ciertos productos como si sucede con el acuerdo con Reino Unido, que conviene un arancel del 10%.

"Es el acuerdo comercial más favorable que EEUU ha sellado con ningún socio", ha afirmado el comisario de Comercio que ha subrayado que abarca una amplia categoría de sectores como coches, farmacéutico o semiconductores.

Este jueves a las 10 de la mañana se convocaba una reunión a nivel de embajadores para que la Comisión Europea le trasladara los detalles de la declaración conjunta que, cabe recordar, no es legalmente vinculante. El acuerdo ponía las bases para una tasa de importación máxima del 15% entre ambas regiones, un pacto ampliamente criticado en Europa por la claudicación de la Comisión Europea pero que el propio Ejecutivo comunitario defendía como el mejor acuerdo posible.

Bruselas y Washington llevan semanas de negociaciones para cerrar los pormenores del acuerdo: la tasa que se impondrá finalmente a las importaciones de coches, que la UE entiende que no puede superar el 15%, un volumen que se articule como excepción a ese gravamen del 50% a las importaciones de acero y aluminio o excepciones para ciertos productos agrícolas, vinos o bebidas alcohólicas como ha venido reclamando Francia

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