En un tiempo en el que parece que todo está inventado, es difícil encontrar un hueco en el leonino mundo de los negocios. Pero no imposible. El ilicitano Juan Carlos Rico, con una experiencia a las espaldas de más de 30 años en el sector del calzado, pudo ver un nicho entre tanta oferta: no había ninguna empresa que ofreciera zapatos totalmente customizados, desde la horma hasta el estampado. Y se puso a remar en esta dirección.