Los fondos de inversión ganan cada vez más peso entre nuevos inversores. Los bajos tipos de interés que imperan en Europa continúan penalizando a los ahorradores más conservadores, ya que el ahorro en productos como depósitos o cuentas bancarias les empieza a costar dinero, bien por la escasa rentabilidad frente a la inflación o bien por la aplicación de nuevas comisiones.

Hasta hace pocos años, la idea de poner tan solo 500 euros en los mercados era inusual. Primero, porque las altas comisiones apenas compensaban la operación y, segundo, porque en muchas ocasiones los mínimos de inversión del producto a contratar tampoco lo permitían.

El cobro de comisiones se empieza a generalizar entre las entidades españolas. Primero se produjo la rebaja de la remuneración en productos tradicionalmente atractivos para los clientes como la Cuenta 1,2,3 de Banco Santander o, más recientemente, la Cuenta Family de CaixaBank.

El ahorrador español sigue siendo conservador. Prueba de ello es que las familias españolas mantienen casi 900.000 millones de euros en depósitos bancarios, según las últimas cifras publicadas por el Banco de España.Pero los españoles no solo son, en su mayoría, conservadores en el ahorro, también son tradicionales en la inversión. Y es que, según datos de Inverco, el 40% de los hogares de nuestro país ahorra en planes de pensiones, un producto que está destinado específicamente para la jubilación y que no resulta ventajoso para todos los perfiles de ahorrador.

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