Antonio Domingo
Solemos llevar el coche al taller a cambiarle el aceite, filtros o ruedas cuando corresponde porque dejan de hacer aquello para lo que fueron diseñados, pero ¿por qué no hacemos igual con nosotros mismos? Pues porque nadie nos dijo que lo necesitáramos. Pues igual que si queremos que el coche corra le ponemos un motor adecuado, un buen profesional o empresario necesita lo mismo si quiere competir en condiciones y ser eficaz en sus negocios o en sus propuestas.