Don Felipe y doña Letizia disfrutan muchísimo de esta noche de reconocimientos. Por nada del mundo se perderían la ceremonia de los Premios Princesa de Asturias. De hecho, ni la mayoría de edad de la heredera ha cambiado el programa ni un milímetro. Recordemos que el entonces Príncipe Felipe se estrenó en solitario en la capital del principado el año que cumplió 18, en 1986. No ha sido así con su hija. Leonor, a punto de cumplir los 19, ha estado acompañada por Sus Majestades, su hermana y sus dos abuelas.

Tarde otoñal y muy fresca en este Oviedo que está a punto de estrenar noviembre. Amenizan y atemperan la velada los gaiteros y los más de 800 integrantes de los pasacalles. La música ha acompañado el trayecto de los Reyes, sus hijas y doña Sofía hasta el Teatro Campoamor. 800 metros separan el hotel de la Reconquista de la Plaza de la Escandalera, hasta donde han llegado los coches oficiales. Primero, el vehículo de los Reyes, luego el de sus hijas y por último, el de la reina emérita, incondicional y apasionada de este evento. Eran las 18,30 de este viernes 25 de octubre.

Dos besos de admiración a Joan Manuel Serrat y dos besos a su mujer, Candela. Ha sido el gesto más espontáneo de doña Letizia que hemos visto en la recepción de la Familia Real a los distinguidos con los Princesa de Asturias 2024. Acaparaban toda la atención los más mediáticos del palmarés, el cantautor barcelonés (en las Artes) y Carolina Marín, campeona olímpica, tricampeona del mundo, heptacampeona de Europa de bádminton (en Deportes). Ha tenido lugar en la antigua capilla del Hotel de la Reconquista, en Oviedo, este viernes 25.

El cronómetro ya está en macha para la ceremonia de los Premios Princesa de Asturias. Nos dirigimos muy cerca del Campoamor, al Hotel de la Reconquista. Enfilamos la calle Gil de Jaz, pasamos los controles de las acreditaciones. El vestíbulo del hotel parece un centro de convenciones. Decenas de equipos de prensa, cámaras y fotógrafos. Todos preparados para las tradicionales audiencias previas de los Reyes y sus hijas con los galardonados de este año.

Altísima, muy guapa y muy sonriente. Sofía, a un paso de cumplir 18 años, se ha hecho mayor. No la veíamos desde el verano y en estos meses ha pegado otro estirón. Las adolescentes cambian en tiempo real. La infanta, que se marchó a Gales en agosto, ha vuelto ahora con una imagen renovada. Está feliz de regresar, de estar con su familia y de reunirse con su hermana. Oviedo y el efecto premios tienen eso: dan brillo y esplendor. Así he visto a Sofía, con ese brillo.

Leonor, en Oviedo, arrasa. En este año del décimo aniversario de la proclamación de su padre, la heredera también cumple una década como princesa de Asturias. Su imagen, con el impulso de los premios, crece como la espuma. Irradia otro brillo porque, como su madre, adora estar en esta tierra cantábrica, verde.

Asturias vive sus premios como una fiesta grande. Enorme. "¡Ya llega el coche!", se oía desde el vestíbulo. Los Reyes, Leonor y Sofía han salido en dos vehículos desde el Hotel de la Reconquista. Eran las 19:25 h. Cinco minutos después, por la puerta principal de la Plaza de la Gesta, han accedido los Reyes y sus hijas. Una estela de flashes ha acompañado el momento.

Segundo escenario del día para Leonor. Tras el nombramiento de alcaldesa honorífica de Oviedo en el Ayuntamiento, con su medallón, bastón de mando y placa, la heredera ha recibido la Medalla de Asturias, la máxima distinción autonómica que concede el Principado. Le ha hecho entrega de la distinción su presidente, Adrián Barbón.

Leonor se viraliza con dos fotografías: de militar y con su look de Oviedo. Esta vez, le ha llegado el turno a Asturias. Y le ha llegado con 10 minutos de retraso sobre la hora prevista (las 12:15). Estaba recién aterrizada del aeropuerto de Avilés.

El espacio barcelonés homenajea al brillante escritor y matemático Lewis Carroll con piezas prestadas por el Victoria & Albert de la capital británica.