La revista Tatler británica, volcada en la cobertura de la realeza y la alta sociedad, ha lanzado en redes la promoción del número que saldrá a la venta en julio. En este ejemplar, ocupa la foto de portada un retrato de la princesa de Gales, una obra que ha causado un enorme revuelo en redes. Los fans de Kate no han quedado convencidos con este trabajo.

La colección de retratos inéditos de los Reyes y sus hijas con motivo de sus 20 años de matrimonio sigue en lo más alto de la tensión informativa. Justo en vísperas de que se cumpla el aniversario, este miércoles 22 de mayo, la revista francesa Point de Vue lleva en su portada una de las imágenes de don Felipe y doña Letizia en el posado conmemorativo, que tuvo lugar en los Jardines del Campo del Moro del Palacio Real de Madrid.

La princesa de Asturias y Girona ha vivido su gran día en Zaragoza. La tercera escala de esta triple distinción (Medalla de las Cortes, Hija Adoptiva de Zaragoza y Medalla de Aragón) ha tenido lugar en la Catedral de San Salvador de la capital aragonesa. Una vez que el presidente de la comunidad, Jorge Azcón, le ha hecho entrega de su distinción, la hija mayor de los Reyes ha tomado la palabra.

Ha sido el paseo más viral de Leonor por la capital aragonesa. Un recorrido desde la plaza del Pilar hasta la plaza de la Seo que, a pie, se hace en cuatro minutos y que a la hija mayor de los Reyes le ha llevado casi 20. "¡Guapa, princesa!" Selfies, saludos y cientos de fotos. Leonor, uno a uno, ha ido saludando a los vecinos que se agrupaban en los aledaños de la Catedral del Salvador de Zaragoza, donde el Gobierno aragonés le ha hecho entrega de la Medalla de Aragón. Era la tercera distinción para la heredera en este 21 de mayo. Un homenaje de la comunidad aragonesa a la Princesa, que ella ha agradecido a los vecinos en la calle.

Segunda escala de Leonor en su gran día en Zaragoza, que acoge la triple distinción que se le ha concedido a la heredera. La dama cadete ha llegado al Ayuntamiento de la capital aragonesa donde ha recibido el título de Hija Adoptiva de Zaragoza. Sigue así, al milímetro, los pasos de su padre en su formación. Antes de dar comienzo la ceremonia, la Princesa ha firmado en el Libro de Oro de la ciudad.

La princesa Leonor ha recibido las máximas distinciones de Aragón. Repite al milímetro los pasos de don Felipe en su formación. Un día histórico este 21 de mayo para la heredera, que ha celebrado en solitario: Felipe VI y Letizia han cedido todo el protagonismo a su hija, que juró la Constitución al cumplir la mayoría de edad. La heredera ha portado el uniforme de dama cadete de segundo curso de la Academia General Militar de Zaragoza y su boina grancé. Se trata del mismo uniforme que llevó su padre hace 38 años cuando le fueron otorgadas las mismas distinciones. Comenzamos esta jornada clave para la princesa en el Palacio de la Aljafería.

Durante el banquete de boda, la princesa de Asturias se refrescaba a golpe de abanico. Una exquisita pieza que perteneció a Isabel de Borbón, la popularísima Chata, y que data del siglo XIX. El abanico llevaba un encaje inspirado en los venecianos del XVII. Compartieron los recién casados la mesa presidencial con sus respectivos padres, los Reyes de España y Jesús Ortiz y Paloma Rocasolano. Entonces llegó el segundo no beso de los novios, el del brindis. “Me he casado con la mujer que amo”. Felipe, con la copa de cava en la mano, besó a su mujer en la frente en otro gesto de contención. Letizia mantenía los ojos cerrados.

El no beso de los príncipes de Asturias en su boda tuvo lugar en el balcón del Palacio Real que asoma a la Plaza de Oriente. Era esperadísimo, era la foto. Pero no se produjo. En lugar de un beso en los labios, tan cinematográfico, vimos uno discreto y casto en la mejilla. Después dio comienzo el almuerzo que se sirvió en el Patio del Príncipe y las galerías. En estos espacios se instaló una carpa gigante, donde se dispusieron los comedores. En el 20º aniversario del enlace de Felipe VI y Letizia, recordamos los detalles del banquete.

El Pertegaz de la novia, de seda Valencia, pesaba mucho por los bordados de hilo de plata de Catalá y, claro, también por el agua de lluvia que cayó ese 22 de mayo sobre Madrid. Además, Letizia Ortiz llegó a su boda más delgada. Una pérdida de peso en parte por los nervios del esprint final ante el gran día, lo que provocó que su vestido no encajara como un guante en su silueta, sino que pareciera un poco holgado. Esta es la historia de un diseño que cumple ahora 20 años desde la boda real de 2004.

Diluviaba en Madrid. Aquel 22 de mayo de 2004 caía la mundial. Una Catedral de la Almudena, que albergó la boda de Estado de don Felipe y doña Letizia, ante más de 1.200 invitados y las casas reales de todo el mundo. Se cumple ahora el 20º aniversario de aquel enlace de Estado pasado por agua.