El banquete de boda de los Reyes: el cóctel castizo de 17 pases, el Jabugo y esa tarta de Torreblanca de dos metros

El no beso de los príncipes de Asturias en su boda tuvo lugar en el balcón del Palacio Real que asoma a la Plaza de Oriente. Era esperadísimo, era la foto. Pero no se produjo. En lugar de un beso en los labios, tan cinematográfico, vimos uno discreto y casto en la mejilla. Después dio comienzo el almuerzo que se sirvió en el Patio del Príncipe y las galerías. En estos espacios se instaló una carpa gigante, donde se dispusieron los comedores. En el 20º aniversario del enlace de Felipe VI y Letizia, recordamos los detalles del banquete.

Más de 1.200 invitados y las casas reales de todo mundo asistieron a aquella comida. Se sirvió un cóctel castizo de 17 aperitivos. Entre ellos, tartaleta de hojaldre con frutas de mar sobre fondo de vieira, croquetas y Jabugo. De principal, capón asado al tomillo y frutos secos. El ya desparecido Jockey fue el restaurante que preparó el menú nupcial y que ofreció la carne de ave, su especialidad, como plato estrella. Además, esta elección se adaptaba a las dietas de los invitados musulmanes y judíos. 20 años después de su cierre, Jockey es ahora el restaurante gourmet Saddle, situado en el mismo lugar: en Amador de los Ríos 6, Madrid.

Y llegó el postre. Dos mil pasteles y la tarta nupcial. Un impresionante diseño del alicantino Francisco Torreblanca, que elaboró un pastel de 150 kilos y dos metros de altura: un bizcocho con chocolate negro, chocolate con leche y decoración de frutas naturales.

El maestro pastelero, doctor Honoris Causa por varias universidades, fundó su primera tienda en 1978. Cuando la Casa Real le encargó el pastel, Paco Torreblanca ya era historia de la repostería española como mejor Maestro Artesano de España en 1988 y mejor Pastelero de Europa en 1990. Se maridó este menú royal con un Rioja Imperial Gran Reserva 1994 Terras Gaudas de Rías Baixas y vino moscatel Casta Diva.

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