Ana Fernández-Tresguerres
08/03/2018, 00:52
Thu, 08 Mar 2018 00:52:30 +0100
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Acaba de finalizar la oposición a Notarias cuyo 1º Tribunal tuve el honor de presidir. Por primera vez presidía una mujer. En otros Tribunales similares no ha habido aún una Presidenta. El porcentaje de mujeres que aprobó fue del 61%. De las grandes oposiciones es el porcentaje más bajo, rondando algunas como Registros el 90%. Las profesiones jurídicas están ocupadas básicamente por mujeres. ¿Si esto es así, por qué hay tan pocas mujeres socias de grandes despachos, magistradas de Tribunales Superiores, académicas o consejeras de empresas cotizadas? A mi juicio no hay igualdad por dos motivos evidentes. El primero es el parón de la maternidad. Las carreras se inician con igualdad de oportunidades, pero llega un momento, en muchos casos, en el que la vida personal impone a muchas mujeres tomar decisiones y abandonar cualquier posición de liderazgo. En España los horarios laborales son largos y generalmente improductivos y no es inusual que finalicen más allá de las siete de la tarde, sin olvidar que muchas profesiones exigen no desconectar mails hasta tarde. El segundo - y principal - es la sombra del machismo. Una sombra alargada de casta, de desconfianza, de sanedrín. Que no es extraño conduzca en determinados supuestos a la exclusión y al acoso.