Escribiendo cosas económicas desde 2018, pero ya he pillado unas cuantas crisis. Di mis primeros pasos en Europa Press y luego en El Confidencial. Ahora sigo el rumbo del dinero y los mercados en El Economista.

Hay un gran temor que rodea al gran rearme de Europa: que la potente inversión que fluirá desde Bruselas y las capitales de todo el continente se disperse por todo el planeta y en particular en EEUU, ante la incapacidad de una industria aún poco desarrollada para hacer frente al tsunami de pedidos. Esta preocupación está en las más altas esferas . De hecho la misma Ursula Von der Leyen, presidenta la Comisión Europea, ha dicho este martes que la práctica totalidad de los fondos deberán gastarse en firmas del Viejo Continente.

La situación se ha calmado en Oriente Medio. Con un alto al fuego ya sobre la mesa parece que uno de los grandes problemas logísticos del mundo, pero en particular de Occidente, se resolverá pronto: el Mar Rojo y el Canal de Suez volverán a ser transitables. Aunque ahora parezca ya cosa del pasado, el 19 de octubre de 2023 el mundo vivió un cambio de enormes proporciones en el comercio mundial. En aquel momento empezaron los ataques de los rebeldes hutíes de Yemen a los cargueros que cruzaban por el Mar Rojo rumbo al canal de Suez como respuesta por la invasión israelí sobre la Franja de Gaza. En consecuencia, las empresas navieras del mundo anunciaron que renunciaban a esta ruta y que optarían por una vuelta completa desde Asia a Europa bordeando África.

El presidente de EEUU, Donald Trump, ha sorprendido a propios y extraños este fin de semana al no renegar de la posibilidad de una recesión en EEUU este mismo año. El republicano durante su entrevista en Sunday Morning Futures fue preguntado por la opción y lejos de decir que era algo que no ocurriría afirmó que "odio predecir cosas así, estamos en un periodo de transición trayendo la riqueza de vuelta EEUU". En ese sentido reconoció que "puede ser un proceso que lleve tiempo". Respecto a si todas esas medidas pueden encender la inflación reconoció que "puede que sí, pero mientras tanto los tipos de interés también han bajado", dijo diluyendo esa responsabilidad entre la Casa Blanca y la Fed.

El mundo está librando una nueva guerra, pero no con armas ni ejércitos. La batalla se libra en los mercados globales, en los laboratorios de tecnología punta y en los despachos donde se firman los acuerdos estratégicos. La clave de todo está en las tierras raras, un conjunto de elementos esenciales para fabricar, desde teléfonos móviles hasta turbinas eólicas, pasando por misiles de precisión. En esta contienda geoeconómica, dominada casi en su totalidad por China, España podría estar sentada sobre un tesoro sin explotar. El enorme potencial del 'suelo' español podría quedar, en eso, en potencial. La razón son los impedimentos administrativos, medioambientales y la negativa de parte de la población residente que teme que sus comarcas se conviertan en grandes minas a cielo abierto con un trasiego constante de camiones y operarios. Todo el mundo quiere disfrutar de los beneficios económicos que generarían esos recursos, pero nadie quiere que exploten el 'campo' que tienen 'frente a su casa'. Este dilema deja en el aire el futuro de los grandes yacimientos de tierras raras y minerales que albergan varias regiones de España.

El Departamento de Estadísticas Laborales de EEUU (BLS) ha publicado los datos de empleo relativos al mes de febrero y lo ha hecho con una sensación agridulce. El mercado resiste pero los datos decepcionan. Las nóminas no agrícolas repuntaron en 151.000, más de las 143.000 de enero pero menos de las casi 159.000 que esperaba el mercado. Sin embargo, tal y como se esperaba, estos movimientos han sido incapaces de alterar demasiado la tasa de desempleo, que sube un décima hasta el 4,1% lo mismo que el mes anterior y dos décimas menos que hace un año.

La motosierra de Musk es una de las grandes esperanzas de la agenda de Trump. Al frente del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), el ceo de Tesla y dueño de Twitter busca recortes masivos en la 'gran burocracia' de EEUU con los que sanear las cuentas del Estado y mejorar así la situación económica. Sin embargo, los analistas ya están advirtiendo de que el organismo y la velocidad de sus planes podría tener un efecto paradójico dados sus intereses: DOGE podría asestar un golpe a la economía de EEUU, que si bien no tiene el potencial de provocar que el crecimiento descarrile hacia la recesión, si que puede convertirse en un gran desafío que, sumado a los aranceles, lastre de forma efectiva el potente crecimiento norteamericano.

El BCE ha telegrafiado este jueves un escenario de estanflación en sus proyecciones macroeconómicas trimestrales, un término (estancamiento + inflación) que ya empieza a aparecer en muchos análisis sobre EEUU dado el peligroso ingrediente para la economía en el que se están convirtiendo las políticas de Donald Trump. En su comunicado con la decisión de política monetaria de marzo -una nueva bajada de tipos de 25 puntos básicos hasta dejar la tasa de depósito en el 2,5%- el banco central ha actualizado a la baja sus previsiones de crecimiento para este año y el que viene y al alza las de inflación para este 2025. Sin embargo, pese al ejercicio de 'sinceridad', los analistas avisan: estas proyecciones son 'papel mojado' en la medida en la que los acontecimientos de este mundo tan vertiginoso son más rápidos que los minuciosos cálculos del BCE.

El Banco Central Europeo (BCE) ha bajado sus tres tipos de interés clave en 25 puntos básicos (como estaba previsto) en la reunión celebrada este jueves. Sin embargo, el banco central ha dejado un mensaje que abre la puerta a una nueva fase de la política monetaria: podría estar a punto de llegar el modo wait and see (mirar y esperar). El BCE podría dejar los tipos en el nivel actual o muy cerca del mismo por un tiempo ante la incertidumbre global y la resistencia de la inflación en ciertos puntos de la economía. La clave está en esta frase: "La política monetaria está adoptando una orientación considerablemente menos restrictiva, dado que las bajadas de los tipos de interés están reduciendo el coste del crédito nuevo para empresas y hogares y el crecimiento de los préstamos está repuntando", según reza el comunicado oficial del eurobanco. Las bajadas de tipos están llegando a su fin poco a poco. Con todo, el BCE ha rebajado la tasa (donde los bancos aparcan su exceso de liquidez) de depósito al 2,50%, el tipo aplicable a las operaciones principales de financiación queda en el 2,65% y la facilidad marginal de crédito en el 2,90%. Con esta decisión, el BCE podría estar llegando al final (o muy cerca) del ciclo de recortes ante una inflación pegajosa y un crecimiento económico débil en la eurozona, tras haber ajustado su política monetaria para adaptarse a las nuevas condiciones del mercado.

La Comisión Europea ha propuesto ya oficialmente extender los requisitos de reservas de gas natural de los Estados miembro . De este modo busca dar estabilidad al modelo energético europeo, impuesto en 2022, con la guerra de Ucrania. Sin embargo también ha recomendado aplicar ciertos mecanismos de flexibilización para evitar los problemas que está generando la necesidad de llenar las alforjas tras el duro invierno. Entre las propuestas está que los países prorroguen un mes, de noviembre a diciembre, el nivel de almacenaje mínimo del 90%, aunque la negociación sigue en marcha y podría haber más concesiones a los países incumplidores.

Europa se encuentra en un punto de equilibrio muy difícil por culpa de Trump y Putin. Si bien el gran problema que pesaba sobre muchos de estos países está en las preocupaciones por la sostenibilidad fiscal (con su elevado déficit y una alta relación deuda/PIB), ahora todos están obligados a gastar más. EEUU parece cada vez más cerca de retirar su financiación sobre Ucrania, algo que traería la obligación de Europa de cubrirla, al menos parcialmente. Sin embargo, esto es solo una pequeña parte del gran desafío: la necesidad imperiosa de gastar más que nunca para reforzar la defensa del continente. Hay un doble incentivo, la amenaza de Rusia y un Trump exigiendo un mayor esfuerzo de sus aliados en la OTAN.